Al cumplirse cinco meses del asesinato en Cerocahui de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como dos civiles, el obispo de la Tarahumara Juan Manuel González Sandoval emitió un manifiesto a la comunidad.
“A cinco meses del asesinato de nuestros hermanos, sigue el grito y el clamor de los muertos, y el silencio y la indiferencia de los vivos frente a la impunidad que se vuelve gobierno”, refiere el documento.
Al seguir reclamando justicia, queremos exhortar a una revolución del corazón, una conversión de aquellos vicios que a lo largo del tiempo se han ido formando en el caminar de la historia de nuestro pueblo; Efectivamente, ¡todos tenemos que cambiar! Iglesia, Gobierno y Sociedad civil.
Levantar las armas de la fe para una auténtica reconciliación. No olvidar que todos somos hermanos y habitamos una casa común, donde tenemos los mismos derechos y obligaciones.
Importante es dejar reposar a los que ya se nos han ido o nos los han arrebatado, y todos los que quedamos vivos, ponernos a trabajar por un País donde verdaderamente reine la verdad y la justicia q nos lleven a la verdadera paz y al amor.
¡Queremos y necesitamos otra Nación!