En el diagnóstico penitenciario realizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos presentado en el 2020, se informó que en el 2019 los internos tenían el control del Cereso 3 en Ciudad Juárez.
Néstor Armendáriz Loya, presidente de la CEDH en Chihuahua, explicó que eran los mismo prisioneros quienes tenían controladas cuestiones de seguridad dentro de los edificios, incluso tomando decisiones por encima de los elementos policiales.
Por lo tanto, al menos el Congreso del Estado fue informado desde enero del 2020, es decir, tres años antes de la fuga de 30 reos.
Se puede concluir que la situación no era desconocida por la autoridad, incluso el ex director general del Sistema Penitenciario, Luis Alfonso Harris Arrondo, envió en 3 ocasiones al Gobierno Federal una alerta sobre corrupción, posibles fugas y celdas VIP en el Cereso de la frontera.