ARIZONA — El mundo del fútbol americano puso el grito en el Cielo cuando los Philadelphia Eagles despidieron a Doug Pederson como entrenador en jefe.
Después de todo, sólo habían pasado tres años desde que los Eagles habían ganado el primer campeonato en su rica historia.
¿Cómo era posible volver a empezar después de que les tomó tanto tiempo llegar a la cima?
Rumores de disfunción y sentido de desesperación.
Más les valía, sobre todo teniendo en cuenta que la fanaticada de los Eagles es una de las más apasionadas de la liga, que traigan un entrenador de renombre con espalda ancha para soportar las críticas.
El 21 de enero del 2021, Philadelphia anunció que habían llegado a un acuerdo con Nick Sirianni.
Muchos fanáticos de los Eagles se preguntaron: “¿Quién?”
Sirianni era hasta ese entonces el coordinador ofensivo de los Indianapolis Colts, que habían terminado con récord de 11-5 y se habían clasificado a los playoffs.
Sin embargo, lo curioso era que Sirianni no había llamado las jugadas en Indianapolis.
Ya se imaginan las dudas y las críticas en Philadelphia.
Estas sólo se exacerbarían luego de la conferencia de prensa introductoria de Sirianni, quien no estuvo fluído y a quíen se lo notó extremadamente nervioso.
¿Este señor sería un buen líder de hombres?
La respuesta es un rotundo sí.
Aceleremos el reloj hasta el momento más importante desde su contratación como entrenador en jefe.
Campeonato de la NFC ante los San Francisco 49ers. Partido igualado. Cuarto intento y una yarda por recorrer en tu propia yarda 34 en la primera mitad.
Sirianni nunca tuvo dudas, y se mantuvo fiel a su estilo agresivo. Primer intento y mensaje enviado a sus dirigidos.
“Irradia y contagia confianza”, declaró el liniero ofensivo Jordan Mailata. “No sé cómo camina por estos pasillos con ese par de ´coj…s´”.
Desde 1994, fue apenas la segunda vez que un equipo se arriesga en cuarto intento en la primera mitad de un partido de postemporada dentro de su propia yarda 35; la última vez fueron los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady en el 2020, que eventualmente salieron campeones.
En el partido, los Eagles convirtieron los tres cuartos intentos en los cuales se arriesgaron, pero Sirianni es más que instalar una mentalidad agresiva, algo que parece ser condición necesaria en esta NFL moderna.
A diferencia de muchos entrenadores en jefe, Sirianni no se enamoró de su sistema de juego, y lo adaptó para maximizar las capacidades de sus jugadores, especialmente su mariscal Jalen Hurts.
Los Eagles hoy tienen una identidad clara, que es diferente a la de cualquier otro equipo en la NFL.
Por supuesto que ayuda tener un plantel tan talentoso, y el hecho de haber tenido un calendario en el papel “sencillo”, pero la realidad es que pocos veían a los Eagles como un candidato genuino al Super Bowl antes del comienzo de la temporada.
Y aquí estamos, con los Eagles a una victoria de conseguir otro anillo, sólo cinco años después de haber ganado el primero, y con un dúo distinto de mariscal y entrenador en jefe.
Eso no es habitual, y es un testamento a cómo la franquicia ha sido abierta al cambio y a tomar riesgos.
Y en el caso de Sirianni, pese a las críticas iniciales, ese riesgo ha dado muchos dividendos.
“Me di cuenta el año pasado que había elegido al hombre indicado”, admitió el dueño de los Eagles, Jeffrey Lurie. “Es un líder fenomenal, y ha creado un ambiente positivo y confiado”.
Es evidente que sus jugadores lo aman, incluso cuando hace analogías cursi ante el micrófono, o hasta cuando hay cruces de palabras intensas en las laterales.
Sirianni es el líder, pero también es uno más. Para algunos rivales, sus festejos rozan lo desubicado. Puertas adentro en Philadelphia, lo aman y ese tipo de acciones sólo enaltecen la confianza de un grupo que tiene como carta de presentación ser un “equipo físico que nunca será empujado”.
Sirianni se mueve al ritmo de su propio tambor, y hasta se animó a comparar a Hurts con Michael Jordan.
De los pasillos de Lincoln Financial Field para afuera, puede sonar ridículo, pero puertas adentro es música para sus oídos.
Y hoy Philadelphia tiene la certeza de que ha encontrado al entrenador indicado.
