Hay una gran preocupación con respecto a la salud del actor alemán Bruce Willis, luego de que se diera a conocer que sufre de demencia frontotemporal. Fue justo hace un año que el actor de 67 años se retiró de la actuación luego de ser diagnosticado con afasia; ahora, ya con un diagnóstico claro, la enfermedad que lo aqueja, a decir de su familia, es algo más “cruel”.
“Aunque esto es doloroso. Es un alivio finalmente tener un diagnóstico claro. La degeneración frontotemporal es una enfermedad cruel de la que muchos nunca hemos escuchado y puede afectar a cualquiera”
externó la familia Willis, mediante un comunicado de prensa que dieron a conocer este jueves
Por más de cuatro décadas, Bruce Willis formó su carrera con memorables papeles en el cine como “Die Hard” (1988) y sus secuelas y otros títulos como “Armageddon” (1998) o “The Sixth Sense” (2001). Ha conseguido un Globo de Oro y ha sido nominado cinco veces a esos premios, tiene un Emmy de tres candidaturas y es justo por eso que hoy, sus fans y seguidores están pendientes de la salud del actor alemán
¿Qué es la afasia?
Según explica la Asociación Americana del Habla y la Audición (ASHA), la afasia es considerada como un trastorno del lenguaje que está producido por una lesión cerebral y afecta al lenguaje a través de la expresión y la comprensión. Además, puede manifestarse de forma repentina.
¿Qué es la demencia frontotemporal?
Es una enfermedad que suele iniciar entre los 40 y 65 años y es la causa del 20% de los casos de demencia. Hasta el momento no existe una cura y en los casos más raros también pueden presentarse problemas de movimiento parecidos al Parkinson, como: temblores, rigidez en las extremidades, mala coordinación, problemas para caminar, y dificultad para comer.
De acuerdo con la Clínica Mayo, la FTD es un término general para un grupo de trastornos cerebrales que afectan los lóbulos frontal y temporal del cerebro; áreas que están asociadas con la personalidad, la conducta y el lenguaje.
Con la FTD parte de los lóbulos se atrofian, generando así que la persona que la padece pueda desarrollar cambios dramáticos en su personalidad y se vuelven socialmente inapropiadas, impulsivas o emocionalmente indiferentes: o bien, que pierda la capacidad de comunicarse correctamente.
