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lunes 16 de junio del 2025.

“El nearshoring es una ola muy grande que seguirá creciendo” el multimillonario boom industrial que vive México

Hisun es una de las grandes firmas que han apostado por el “nearshoring”, la expresión en inglés usada para referirse a la estrategia de las empresas para fabricar más cerca del mercado donde venden sus productos.

Si décadas atrás la tendencia fue el “offshoring” (llevarse las fábricas a China para producir más barato), ahora la tendencia es el regreso hacia zonas geográficas más cercanas.

En este caso, las firmas globales -y especialmente las asiáticas- han estado buscando una mejor puerta de entrada al mayor mercado del mundo: Estados Unidos.

Y la llave de esa puerta la tiene México.

“La gran mayoría de las empresas está agregando nuevas líneas de producción en México para diversificarse desde Asia”, dice Carlos Capistran, economista de Bank of America.

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La manufactura en el norte y centro del país ha aumentado, el empleo en esa zona está muy por encima de los niveles previos a la pandemia y los salarios también están subiendo, en comparación a otras zonas del país, explica el experto.

Incluso, agrega, hay escasez de espacio industrial en algunos centros manufactureros.

El crecimiento de los parques industriales

Así lo confirma la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP).

“Hay más interés de empresas extranjeras que quieren venir a México, especialmente asiáticas”, cuenta Claudia Esteves, directora ejecutiva de la organización.

“Queda poco espacio disponible para rentar en los parques industriales”.

“Se está rentando espacio industrial cuando apenas están construyendo. Eso antes nunca pasaba”, cuenta Pablo Monsivais, analista del banco Barclays.

Esta semana la secretaría de Economía informó que en 2022, la inversión extranjera directa en México aumentó 12% en comparación con el año anterior.

El dato clave es que de toda esa inversión, el 48% es nueva. “Eso te muestra que el nearshoring es una realidad”, agrega Monsivais.

El liderazgo en 2022 lo llevó el sector manufacturero con la fabricación de automóviles y camiones, componentes electrónicos y autopartes.

Hace unos días el fabricante de autos alemán BMW anunció una inversión de US$870 millones en los próximos tres años, la mayor parte destinada a la construcción de un centro de producción de baterías eléctricas en su planta de San Luis Potosí.

Es que uno de los sectores que está liderando el nearshoring es el automotriz.

“Estamos viendo cómo avanza la relocalización”, comenta Francisco Gonzalez, presidente de la Industria Nacional de Autopartes, INA.

Solo en el último año, explica, trasladaron sus operaciones de manufactura a México cerca de 70 plantas del sector automotriz.

Mientras algunas de aquellas plantas ya están funcionando, agrega, otras están a punto de entrar en operaciones.

González asegura que hay compañías españolas, suizas, alemanas, estadounidenses y de otras partes del mundo que, en muchos casos, continúan funcionando en la región asiática, pero al mismo tiempo, están relocalizando o ampliando su manufactura en México para vender en el mercado de EE.UU.

“Hay transnacionales del sector automotriz que tenían toda su manufactura en China, Malasia, India y Vietnam y ahora se están estableciendo en territorio mexicano”.

Y entre las nuevas tendencias está el avance de la manufactura de autos eléctricos y baterías eléctricas que se está abriendo paso rápidamente en México.

México se ha vuelto más atractivo para instalar la manufactura proveniente de Asia por la cercanía geográfica con EE.UU., el costo de la mano de obra, la guerra comercial entre Washington y Pekín, y las ventajas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) que entró en vigencia en 2020.

Cuando el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, le impuso aranceles de hasta 25% a las importaciones provenientes de China en 2018, muchas empresas buscaron la manera de reemplazar el “Made in China” por el “Made in Mexico”.

Decenas de buques con contenedores han estado esperando para descargar sus mercancías en puertos estadounidenses en octubre de 2021.

¿Por qué voy a pagar 25% en impuestos para entrar al mercado estadounidense si puedo fabricar en México y exportar mis productos desde ese país sin pagar aranceles?, se preguntaron muchas firmas extranjeras que tenían concentrada toda su manufactura en el gigante asiático.

El T-MEC, por su parte, facilitó el flujo de productos entre México, Canadá y Estados Unidos, mientras que con la pandemia de covid-19, las cadenas de suministro se interrumpieron generando un gigantesco aumento del costo del transporte marítimo y el tiempo de espera para recibir los productos desde China.

Mientras, la Casa Blanca declaró en 2021 como una “prioridad de seguridad nacional” garantizar la disponibilidad de productos estratégicos y la resiliencia general de su cadena de suministro, otro punto a favor de México.

A todo este panorama se sumó en febrero de 2022 la invasión de Rusia en Ucrania, un conflicto que dejó en evidencia el peligro de depender de proveedores energéticos que pueden utilizar el comercio como arma política.

Alan Russell, cofundador y director ejecutivo de Tecma, una firma que lleva 36 años relocalizando manufactura de grandes empresas en México, dice que sus clientes ya no están dispuestos a depender de las cadenas de suministro provenientes de China para vender en el mercado estadounidense.

“Las empresas no seguirán aceptando la excusa de que el contenedor no ha llegado, que el contenedor está perdido o que hay un puerto en China cerrado”.

Por otro lado, las empresas que manufacturan en Estados Unidos tienen escasez de trabajadores, mientras que en México existe una fuerza laboral abundante y de bajo costo en comparación con los salarios que se pagan en el mercado laboral estadounidense, argumenta Russell.

Aunque la relocalización de fábricas lleva varios años, “el aumento récord de la migración de manufactura hacia México comenzó después de la pandemia”, apunta el empresario.

César Santos ha sido testigo de todos estos cambios desde que en 2015 hizo una alianza comercial con dos grupos empresariales chinos, Holley Group y Futong Group, para construir un gigantesco parque industrial.

Emplazado en un terrenode 850 hectáreas en Monterrey, a 220 kilómetros de Texas, en la frontera con Estados Unidos, el parque fue llamado Hofusan y, a partir de 2018, comenzaron a rentar espacios a empresas chinas interesadas en el nearshoring para fabricar sus productos más cerca del mercado estadounidense.

El Parque industrial Hofusan alberga a empresan chinas que se relocalizaron en México.

Actualmente operan 21 compañías y Santos dice que están en negociaciones con empresas estadounidenses e italianas para que trasladen su manufactura.

Entre las razones del nearshoring a México, dice el empresario, es que tanto la tierra como la mano de obra tienen un costo accesible para las empresas asiáticas, dado que los salarios han subido en China.

Y desde que Estados Unidos le impuso aranceles a los productos chinos, el interés ha crecido rápidamente.

En el parque industrial Hofusan se han instalado empresas como la multinacional electrónica Hisense, las muebleras Kuka Home y Sunon Furniture, el fabricante de autopartes Hangzhou XZB o el fabricante de equipos de jardinería Skyish.

Según un estudio de la firma internacional CBRE Research, la demanda por relocalización de fábricas en México entre enero y septiembre del año pasado vino principalmente de China, seguido por Estados Unidos, Japón, Alemania y Corea del Sur.

Hasta ahora, el gobierno mexicano no cuenta con una radiografía a nivel nacional sobre la magnitud y los efectos del nearshoring en el país.

No hay datos oficiales sobre el monto de inversiones, ni el número de empresas que se han relocalizado, ni el impacto que ha tenido en el crecimiento económico o la generación de empleo.

Lo que está disponible es la información parcial que maneja cada estado y los diferentes gremios empresariales.

Lo que se ha dado a conocer desde hace unos seis meses, es que el gobierno tendría una lista de compañías con planes de relocalizar su manufactura en México.

Hace unos días lo volvió a repetir el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard: “Tenemos 400 empresas en lista que vienen a México”, pero no entregó detalles.

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