La lectura es básica para el desarrollo de los niños y debemos fomentarla desde que son bebés. Al principio, seremos nosotros quienes les leamos, pero cuando hayan aprendido a hacerlo solos, debemos ayudarles a descubrir el mágico mundo de los libros poniendo a su disposición títulos adaptados.
Leer es una de las actividades más bellas y gratificantes pues además de ayudarnos a mejorar nuestro léxico y vocabulario, nos ayuda a ser más creativos desarrollando nuestra imaginación y transportándonos a lugares mágicos, con los libros, podemos viajar a donde querramos sin necesidad de movernos de casa.
Por ello la importancia de interceder ante los niños, para que desarrollen lo antes posible el gusto y la fascinación por la lectura y ahora en víspera del día del niño, te presentamos los mejores libros infantiles para que puedas introducirlos al mágico mundo de la lectura.
1. “El jardín secreto” de Frances Hodgson Burnett
Mary Lennox tiene diez años y es la niña más desagradable que nadie haya visto. Cuando sus padres mueren a causa de una peste en la India, Mary se queda sola y debe ir a Inglaterra con su tío, quien vive en una sombría mansión llena de secretos, así como de jardines. Sin nadie con quien jugar, Mary empieza a abrir puertas y a recorrer caminos que hace mucho nadie pisaba… hasta que encuentra un jardín muy especial.
2. “La vuelta al mundo en 80 días” de Julio Verne
Con su propósito divulgativo, Julio Verne quería mostrar en sus obras todos aquellos avances científicos e industriales que, a finales del siglo XIX, hablaban del progreso a Occidente. En “La vuelta al mundo en 80 días”, el adinerado Phineas Fogg se compromete por una apuesta a hacer ese recorrido, del que volverá con su vida cambiada para siempre.
3. “El niño que se cayó en un agujero” de Jordi Sierra i Fabra
Jordi Serra i Fabra es uno de nuestros mejores autores de literatura infantil y juvenil; una buena obra para iniciarse en su trabajo es “El niño que se cayó en un agujero”. Narra la historia de un niño que se cae en un agujero y que no puede salir. A su lado pasan viandantes, periodistas, madres… y nadie se cree su historia. Una maravillosa fábula sobre la indefensión de los niños.
4. “La ovejita que vino a cenar” de Steve Smallman
Uno de los libros recientes de esta lista es “La ovejita que vino a cenar”, de Joelle Dreidemy, un tomito delicioso que habla de amistad, de cómo cambiamos cuando conocemos al otro… y de vegetarianismo. Un lobo recibe la visita inesperada de una ovejita y, mientras la ‘prepara’ para comérsela, se da cuenta de que la quiere demasiado como para meterla en el puchero y decide optar por un plan B. A raíz del éxito de este cuento, se han hecho otras partes, como la de los lobos, el tigre y el cocodrilo, igualmente deliciosas.
5. “La verdadera historia de los tres cerditos” de Jon Scieszka
El cuento original de Los tres cerditos comenzó a ser impreso en el siglo XIX, pero se cree que viene de bastante más lejos. Aquí es el señor Lobo el que se convierte en narrador para denunciar que no es todo lo malo que parece, que todo es mala prensa y que por supuesto no es tan grande ni fiero como lo pintan.
6. “Peter Pan” de James Matthew Barrie
Prácticamente todo el mundo ha visto el clásico de Disney (que, ahora, además se prepara en live-action), pero pocos han leído la obra original de James Matthew Barrie. Es la historia del niño que no quería crecer y que se hace amigo de Wendy, John y Michael, tres niños londinenses a los que lleva al País de Nunca Jamás junto al hada Campanilla. Deliciosa.
7. “Mujercitas” de Louisa May Alcott
Tú lo leíste como un relato dulzón y romanticón de mujeres que se casan y enamoran, pero es una bomba de relojería. Las mujeres están solas en casa, sí, pero porque hay una guerra civil: Jo es una rebelde sin causa que odia los estereotipos femeninos de la época y solo quiere escribir novelas; Beth llega a contraer la escarlatina y morir por su solidaridad con los más desfavorecidos… En definitiva, toda una oda a los derechos de la mujer de decidir su destino con su propio talento.
8. “Matilda” de Roald Dahl
La criatura prodigiosa de Roahl Dahl es una leyenda. Es mucho más inteligente que nadie, mueve cosas con la mente, es supercreativa y encima consigue irse a vivir con su profesora favorita en vez de con sus terribles padres. ¡Es una máquina!
9. “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll
Aunque todos recordamos la historia por haberla visto en el espejo deformado de Walt Disney, más allá, Lewis Carroll construyó un precioso relato imaginario que nos ayuda a escapar de nuestra rutina cotidiana.
10. “Los viajes de Gulliver” de Jonathan Swift
El médico Gulliver naufraga y llega a varias islas: la de los enanos, la de los gigantes, la de los raros, y el país de los caballos. En medio de todas sus aventuras, nos damos cuenta de la cantidad de temas que trata: la justicia social, la hipocresía, el desprecio a los políticos, la lealtad, la corrupción… Temas muy de actualidad hoy día.
11. “El libro de la selva” de Rudyard Kipling
Otro texto deformado por la óptima de la animación, tan centrada en la relación entre Mowgli y Baloo. La obra de Rudyard Kipling es, en realidad, un conjunto de relatos donde se subraya la belleza de la India, se abordan los problemas del colonialismo y se establece un debate entre civilización y naturaleza.
12. “Las aventuras de Pinocho” de Carlo Collodi
Tercer ejemplo de nuestra lista fagocitado por la perspectiva Disney. En realidad, el cuento de Carlo Collodi es una gratificante metáfora sobre qué es lo que nos hace convertirnos “de marioneta en manos de otro a ser humano de verdad”: ¿La sinceridad? ¿El modo de relacionarnos con nuestros semejantes?
13. “El principito” de Antoine de Saint-Exupéry
Los valores de este libro de Antoine Saint-Exupéry seguro que te quedaron bien claritos de niño porque te los repitieron millones de veces: la amistad, la felicidad, la responsabilidad… Peinando canas, sorprende esa necesidad que surge dentro del lector de recuperar la inocencia de la niñez y, sobre todo, te repites a ti misma, “¡qué aburrido es ser mayor!”.
14. “El mago de Oz” de L. Frank Baum
Basten los deseos de los tres acompañantes de la pequeña Dorothy para plantearnos si nosotros no querríamos tener algo igual: un buen cerebro para pensar (espantapájaros), un corazón de verdad que nos dé sensibilidad (hombre de hojalata) y valor para enfrentarse a situaciones que dan miedo (león).
15. “Rebelión en la granja” de George Orwell
Lo que de pequeña leíste como un cuento extraño de cerdos y otros animales que se pelean por ver quién manda en una granja, en la segunda lectura cobró algo de sentido con las palabras Trotsky y Stalin, palabras que entraron por una oreja y salieron por la otra. En la tercera lectura, de adulto, se te ponen los pelos de punta entendiendo la metáfora.
¿Y tú, ya leíste alguno de estos libros?