El personal de seguridad de la fábrica neutralizó al sospechoso dentro de la planta y lo entregó a la policía, que lo arrestó sin que opusiera resistencia, informaron las autoridades.
Un tiroteo en una planta de Mercedes-Benz en el suroeste de Alemania dejó dos hombres muertos el jueves, y la policía detuvo a un sospechoso, lo que aumenta la presión sobre Berlín para que refuerce las medidas de seguridad del país. leyes El sospechoso, de 53 años, abrió fuego contra las víctimas antes de que los trabajadores de seguridad en el sitio en la ciudad de Sindelfingen, en el sur de Alemania, lo sujetaran y lo entregaran a la policía, dijeron la policía y la fiscalía local en un comunicado.
El sospechoso no se resistió al arresto, dijeron, y las víctimas, ambas de 44 años, murieron a causa de las heridas. El incidente fue el último de una serie de tiroteos masivos en Alemania en los últimos años, muchos de los cuales tenían una conexión con el extremismo. Los investigadores aún tienen que establecer un motivo para el tiroteo del jueves.
El gobierno alemán había prometido endurecer aún más sus leyes sobre armas después de que un hombre armado abrió fuego contra personas reunidas en un salón de los Testigos de Jehová en Hamburgo en marzo, matando a seis.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, dijo después de ese ataque que el gobierno revisaría sus leyes de armas. Los socialdemócratas, su partido y el del canciller Olaf Scholz, han estado presionando para que se endurezcan las restricciones, y el sindicato de policías de Alemania también pidió una respuesta legislativa rápida para restringir la cantidad de armas disponibles.



