Fue entronizada en el Salón de la Fama, la luchadora profesional Patricia Guadalupe Buie Peña “La Sirenita” considerada una leyenda viviente de la lucha libre.
Por su larga trayectoria dentro y fuera del ring, el Gobierno Municipal encabezado por el Alcalde Cruz Pérez Cuéllar, a través del Instituto Municipal del Deporte y Cultura Física de Juárez, reconocen a esta gran figura que dio fama y gloria a Ciudad Juárez.
“Aquí está la sirenita aunque ya no me subo a un cuadrilátero, ahora véanme como Guadalupe, su amiga, quien puso en nombre de México en alto en muchos países”, dice orgullosa.
Guadalupe Buie Peña inició su carrera en los cuadriláteros en su natal Matamoros, Tamaulipas, a muy corta edad, justo cuando el cantante de música tropical Rigo Tovar era escuchado en todo México.
“Me preguntó un promotor en mi debut, que cómo me presentaba y le dije que como la Guerrillera. Me dijo que no porque estaba muy feo ese nombre y como soy originaria de Matamoros, la tierra de Rigo Tovar, me bautizó con el nombre de La Sirenita”, comenta sonriente.
A los pocos años, ya con su nombre de batalla, la luchadora entrenaba a escondidas de su primer esposo, ya que la lucha libre no era considerada para mujeres.
“En aquel entonces era muy difícil que la mujer luchadora brillara, por que el machismo del hombre era más fuerte, pero a las mujeres nos han retado y hemos ganado batallas pero no la guerra”, expresó.
Con el paso de los años, “La Sirenita” brilló en el Toreo de Cuatro Caminos de la Ciudad de México, donde al regularse la lucha libre femenil y se conformó el Consejo Mundial de la Lucha Libre, fue nombrada campeona del Distrito Federal y después campeona nacional de la lucha libre femenil.
También destacó en la Arena México y en la Triple A, además de competir victoriosa en Japón, Venezuela, Puerto Rico, Argentina y Estados Unidos representando a México.
Ya en Ciudad Juárez y a sus 30 años de edad, el extinto Poliforo Juan Gabriel fue testigo de aquel encuentro contra Martha Villalobos, una ruda con mucha popularidad y lona recorrida, en donde “La Sirenita” perdió la cabellera.
Sin embargo, esta frontera la acogió y le entregó mucho cariño, lo que la hizo decidir quedarse para iniciar una nueva vida fuera de los cuadriláteros y consolidar a su familia.
“Uno sabe cuándo retirarse con dignidad, la lucha libre me ha dejado un legado de apoyar siempre y voy a seguir apoyando mientras que Dios lo quiera, porque el que viene a esta tierra viene a servir, no a hacerse loco”, manifestó.
La Sirenita apoyó por muchos años a sus compañeros luchadores como presidenta de la Honorable Comisión de Lucha Libre, su oficio como estilista, una carrera que aprendió en cursos intensivos en Juárez, le ha permitido abrir su estética en la vecina ciudad El Paso Texas, así como también dirigir su Asociación Civil denominada Gladiadores con Magia, que le permite ayudar a cientos de niños de bajos recursos en Juárez.
