Un total de 150 familias se vieron obligadas a desplazarse tras los hechos que se vivieron en la comunidad de Santa Anita donde una iglesia terminó con 700 impactos de bala, por lo que pobladores decidieron retirarse del lugar.
El secretario de Comunidades y Pueblos Indígenas, Enrique Rascón, informó que se ha puesto en contacto con el sacerdote del pueblo quién ha mantenido comunicación con el Gobierno del Estado para brindar reportes de la zona.
El funcionario estatal agregó que en algún momento se les había comunicado que habían aproximadamente 600 carpetas de investigación por desplazamiento forzado en la Fiscalía General del Estado.
El Fiscal General del Estado, César Jáuregui Moreno, informó que la comunidad no se desplazó por temas de inseguridad que ocurrieron en días pasados sino que al no tener alimentos decidieron cambiarse de lugar con la finalidad de conseguir comida.
Desde los hechos ocurridos el lunes, trascendió que distintos pobladores abandonaron el lugar por cuestiones de seguridad pero al parecer según la Fiscalía ese no sería el problema.
