El año pasado, un bombardeo ruso destruyó el departamento de Tatiana Olmechenko, ahora revivió la tragedia al perder su nueva casa por desbordamiento del río Dniéper.
Tatiana Olmechenko, de 65 años, tuvo que salir por una ventana rota para llegar hasta el barco que fue a rescatarla, tras dos días de espera.
Mi departamento en Jersón fue destruido por un bombardeo el año pasado, me mudé a otro y quedó inundado. ¿Cómo seguir viviendo?”, se preguntó.
En un centro de acogida en Jersón, todos se preguntan si el agua dejará de llegar. Algunos residentes lamentaron que los edificios siguieran inundados.
El agua llega al segundo piso de los edificios, sólo puedes sobrevivir en el tejado”, cuenta Laura Musiyan, una empleada de la agencia meteorológica de Jersón.
El lunes pasado, se registró una explosión que destruyó parte de la presa, lo que desbordó el río Dniéper y provocó severas inundaciones que han desplazado a al menos cinco mil 900 personas, de acuerdo con autoridades ucranianas.
Por ahora, las autoridades ucranianas y las de la ocupación rusa informaron de seis fallecidos.
Las autoridades de ocupación rusa en Ucrania acusaron por su parte a Kiev de bombardear la zona y matar a dos personas, una de ellas una mujer embarazada, en el centro de evacuación de Golan Pristan, en la zona bajo control ruso.
Pese a los bombardeos, rescatistas ucranianos se aventuraron en zonas bajo control ruso para desalojar a personas varadas en las inundaciones causadas por la destrucción de la represa.