Los planes originales de la Unión Europea para regularla se remontan a 2021, pero el asunto se volvió urgente después que ChatGPT irrumpió en escena.
La plenaria del Parlamento Europeo aprobó este miércoles un proyecto para regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la Unión Europea, dando inicio a una delicada negociación con los representantes de los 27 países del bloque. La normativa aprobada (con 499 votos a favor, 28 en contra y 93 abstenciones) regulará este tipo de tecnología según el nivel de riesgo: cuanto mayor sea para los derechos o la salud de las personas, por ejemplo, mayores serán las obligaciones de los sistemas tecnológicos.
La lista de alto riesgo incluye la IA en infraestructura crítica, educación, recursos humanos, orden público y gestión de la migración. El Parlamento Europeo ha agregado condiciones adicionales antes de que se cumpla la clasificación de alto riesgo, incluida la posibilidad de dañar la salud, la seguridad, los derechos fundamentales o el medio ambiente.
Así, los eurolegisladores incluyeron en el paquete la prohibición al uso generalizado de sistemas automáticos de reconocimiento facial en lugares públicos. Por la normativa aprobada, la Unión Europea podrá autorizar el uso de esos dispositivos de IA para reconocimiento facial en apoyo al combate a la criminalidad, aunque los detalles específicos aún deberán negociados con los países del bloque.
También define requisitos especiales para los sistemas de IA generativa, como ChatGPT y DALL-E, capaces de producir texto, imágenes, código, audio y otros medios, e incluyen la obligación de informar a los usuarios que una máquina, no un ser humano, produjo el contenido.
Los planes originales de la Unión Europea para regular el uso de la inteligencia artificial (IA) se remontan a 2021, pero el asunto se volvió urgente después que ChatGPT irrumpió en escena, poniendo de relieve el vertiginoso desarrollo del sector.
A partir de ahora, se iniciarán de inmediato (posiblemente al finalizar este miércoles) las negociaciones directas con los 27 países del bloque, con la idea de tener un acuerdo sellado para finales de año. Aún si se alcanza ese objetivo, la normativa no entraría en vigor hasta 2026, y por ello la UE precisará negociar también un marco provisional y voluntario con las empresas tecnológicas que desarrollan IA.
El comisario europeo de Mercado Interno, Thierry Breton, formuló un llamado a los países del bloque y al Parlamento Europeo a concluir las negociaciones “en los próximos meses”. El uso de la IA “presente numerosas preguntas, en el plan social, ético y económico. Se trata de actuar rápidamente y que todos asumamos nuestras responsabilidades”, añade.
Uno de los legisladores que impulsó la iniciativa, Brando Benifei, pidió un “enfoque común” para abordar los riesgos de la IA. “Necesitamos comparar notas con legisladores de todo el mundo”, dijo. Además, los congresistas incluyeron en la normativa provisiones sobre la prohibición de los sistemas de IA de vigilancia biométrica, reconocimiento de emociones y vigilancia predictiva.
La difusión en imágenes falsas en redes sociales, creadas a partir de aplicaciones basadas en IA, como Midjourney, ha alertado sobre los riesgos de manipulación de la opinión pública y los peligros para la democracia. Por esa razón, científicos europeos han pedido una moratoria en el desarrollo de los sistemas más potentes, hasta que estén mejor regulados por ley.