El Occa advierte que la NOM-163 para combatir el cambio climático es regresiva, pues recorta en 50% la meta de reducir el CO2, al pasar a 8 millones de toneladas para 2030, cuando propuso 18 millones de toneladas
México está en el filo de no cumplir los compromisos en materia de cambio climático a que se comprometió en la COP27 —reducir en 35% los Gases de Efecto Invernadero (GEI) hacia 2030—, ya que una de las normas para tal efecto es regresiva, reveló el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire (OCCA).
El OCCA advirtió que la actualización de la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-163-SEMARNAT-SCFI-2023 relacionada con las emisiones de dióxido de carbono provenientes del escape de vehículos ligeros en vez de aumentar la ambición o mantener la meta inicial para disminuir 18 millones de toneladas de CO2 para 2030, recorta en 50% la reducción de las emisiones, es decir, pasaría a 8.9 millones de toneladas para el mismo periodo.
Sobre el porqué del recorte, Jorge Villarreal, de Iniciativa Climática México, indicó que el proyecto de norma apareció en automático en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, muy distinto al que se había discutido previamente, “no sabemos en dónde se discutió, todo fue desde la opacidad” y se desconocen los criterios tomados por las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales y de Economía.
La NOM-163, resaltó el director de política climática de ICM, es el proyecto específico con el mayor potencial de reducción de emisiones de CO2 que México tiene en el portafolio de la acción climática para uno de los subsectores, el de los vehículos ligeros, que más gases de efecto invernadero emite y, además, es un instrumento costo-efectivo, porque para la cuenta pública del gobierno no genera ningún costo.
Además, dijo, la norma plantea una serie de regulaciones para hacer más eficiente el consumo de combustibles y se reduciría la presión “en la importación de gasolinas y en los sistemas de refinación en nuestro país”.
En la conferencia organizada por el OCCA, Carlos Jiménez, consultor e investigador del Consejo Internacional de Transporte Limpio, destacó que el proyecto de norma no está alineado con las mejores prácticas, porque contempla flexibilidades y mecanismos de cumplimiento que sólo ocurren en México, como créditos excesivos para vehículos eléctricos o créditos dobles por tecnologías para reducir emisiones, pero éstos bajan el potencial real de mitigación.
Por ello, continuó, es importante alinear el potencial de la NOM con los compromisos climáticos de México hacia 2030, esto incluye, entre otros puntos, alcanzar 50% de las ventas de vehículos eléctricos y dar incentivos a esfuerzos reales de las marcas sin comprometer la mitigación.
Sobre el derecho a un medio ambiente sano, Felipe Romero, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, explicó que la modificación de la NOM-163 podría incurrir en una violación a ese derecho. Sumado a ello, dijo que el riesgo que corre la norma es regresivo, porque no puede bajarse el estándar, al contrario, debe incrementarse para garantizar una calidad del aire adecuada. Bajar el estándar es contrario a la legislación y a los compromisos internacionales asumidos por el país.
Para Stephan Brodziak, coordinador de la campaña de Cambio Climático de El Poder del Consumidor, la modificación de la norma es regresiva en términos de derechos de los consumidores al no exigir que se informe sobre el rendimiento del combustible (en kilómetros por litro) de cada vehículo que se vende en México.
Además, resaltó que el país exporta 81% de los vehículos que produce a mercados debidamente regulados en control de emisiones y eficiencia vehicular, como Estados Unidos y países de la Unión Europea, por lo tanto, las cadenas de producción ya están maduras para acatar una norma mucho más ambiciosa en reducción de emisiones de CO2 en el escape de los vehículos nuevos y “eso nos coloque en la ruta de la reducción de 35% de emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2030”.
Por su parte, Gabriela Alarcón, gerente de Política Climática de ICM, apuntó que una buena norma obligaría a no vender autos menos eficientes.