En este espacio, las unidades blindadas, regimientos blindados y brigadas, acuden a su adiestramiento modular
Un estruendo retumba cuando el cañón sin retroceso Watervliet Arsenal, de 106 milímetros, es accionado por la Primera Batería del 6to grupo de cañones del Ejército mexicano. La bala golpea un diminuto rectángulo colocado sobre el cerro Perla, que asemeja un vehículo blindado, dejando a lo lejos una cortina de humo. Los artilleros ensordecidos dieron en el blanco.
Por las características de la artillería, estas prácticas requieren de las 60 mil 538 hectáreas que tiene el Centro Nacional de Adiestramiento (CNA), según explica el Teniente Coronel Antonio Macías, comandante de este grupo, que se encuentran de visita en este campo.
El CNA de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), ubicado en el campo militar 42-A, de Santa Gertrudis, Chihuahua, es considerado el más grande del país. Sumando el contiguo criadero Militar de Ganado, alcanza las 150 mil hectáreas.
Aquí, los mandos militares y sus auxiliares, grupos de comando, unidades de las armas y servicios del Ejército mexicano y Fuerza Aérea Mexicanos realizan la tercera, cuarta y quinta fase de su adiestramiento para la conducción de operaciones de seguridad interior, seguridad pública y Defensa Nacional.
“La misión principal es capacitar a los mandos y sus auxiliares, sus estados mayores y grupos de comandos, en lo que refiere a la concepción, planeación de quito nivel en los ámbitos de la defensa nacional, en la seguridad interior y seguridad pública, y prácticamente esa es la esencia de este centro”, explica el General Issac Bravo López, Comandante del CNA.
En medio del desierto, sin nada a kilómetros a la redonda, se aprecia una torre de vigilancia. Es el polígono de tiro Francisco Villa. A lo lejos y hacia arriba, se ve cómo los aviones T-6C Texan II artillados surcan el “borregoso” cielo de Chihuahua en cuestión de segundos, para lanzar sus disparos contra el suelo.
Son vuelos de reconocimiento, de ataque, de bombardeo o de transporte. Vuelan a 10, 20 y 30 grados, y pasan a menos de 30 metros del suelo, maniobras que no se ven todos los días, pero que forman parte del adiestramiento de manera modular en su tercera fase.
“Los pilotos constantemente deben de realizar estas aproximaciones, ya que ayudan a incrementar sus habilidades tanto técnicas como para el pilotaje. Es la práctica, porque es lo único que los va a llevar a realizarlo de una forma adecuada y correcta. Entonces, ellos tienen que estar constantemente en el adiestramiento para que puedan efectuar estos patrones de la forma idónea o como está establecida”, dice en entrevista el capitán segundo piloto aviador Luis Felipe Hernández.
En tierra, el 5to regimiento mecanizado despliega los blindados de oruga AMX-13 para realizar operaciones ofensivas; una penetración, y la captura de un objetivo.
“Aquí se materializa lo que es el planeo, la organización y sobre todo la materialización de que el personal de las tripulaciones de los vehículos, los comandantes de todos los niveles, desde escuadra, pelotón, sección y escuadrón, y por supuesto, el comandante de regimiento”, destaca el Teniente Coronel Pablo Vázquez, comandante del regimiento.