La candidata elegida en las primarias de la oposición para enfrentarse a Maduro en 2024 logra conectar con miles de venezolanos que ven en ella una nueva esperanza política
Han pasado dos décadas desde que María Corina Machado se dio a conocer al mundo entero. La política venezolana era el azote del chavismo, la primera que los llamaba dictadura, de las pocas que le decía al poderoso Hugo Chávez lo que pensaba. A él lo volvía loco. “Me has llamado ladrón”, le increpaba el líder boliviariano fuera de sí. Machado era reconocida por ser una dama de hierro, representar el ala radical y defender la confrontación más dura. Soñaba con hacer volar el chavismo por los aires.
De aquella política 20 años más joven todavía quedan cosas, pero ya no es frente a quien se han rendido cientos de miles de venezolanos. La Machado que este domingo arrasó con más del 90% de los votos en las primarias de la oposición habla de vencer al chavismo, pero a través de las urnas y con la ayuda de Dios en lugar de la del ejército estadounidense, con la fuerza del dolor de ser una madre separada de sus tres hijos, como tantas en esa Venezuela de jóvenes exiliados.