Sólo quedó en palabras el anuncio de despliegue de más efectivos de la Guardia Nacional, sobre la carretera a Juárez, tramo donde se ha documentado la presencia del crimen organizado y delincuencia común.
A través de un recorrido se pudo constatar que no hay puntos de revisión de ninguna autoridad, como se esperaba y se acordó en diversas mesas de negociación que tuvieron los transportistas con los órdenes de gobierno.
Esto tras el incremento en la circulación de hombres armados y las denuncias de cientos de choferes del servicio federal que utilizan la ruta para el traslado de mercancías.
Las quejosos buscan que sea la Guardia Nacional, quien por sus facultades, capacidad de fuego y disponibilidad de armamento se hagan cargo de la seguridad, cosa que no ha ocurrido pese a que el sector empresarial se ha pronunciado fuertemente por la urgencia de más seguridad, dado que los transportistas están sufriendo robos constantes, extorsiones y asedio criminal.
Asimismo a pesar de las manifestaciones de La Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac), que ha exigido, a través de bloqueos una mayor vigilancia.
Es así que un nuevo bloqueo podría darse en dicho tramo, dado que según se indica no se cumplieron con los acuerdos de tener una vigilancia de la Guardia Nacional, División Caminos.
El 9 de febrero fue herido de bala un transportista, quien presuntamente se resistió a un asalto y murió tres días después en un hospital del Seguro Social, en Ciudad Juárez, mientras era atendido.
Los transportistas se encuentran a bordo del colapso por la falta de garantías en su seguridad, pero la autoridad brilla por su ausencia en esta importante ruta.
