Este lunes se reportó que se descarriló un vagón del Tren Maya, obra emblemática del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, cerca de la estación Tixkokob, en Yucatán, afortunadamente sin que haya habido lesionados.
Se cumple lo que dijeron dos miembros del Clan de Andrés López Beltrán, vendedores del balasto para ese transporte: “Ya cuando se descarrile el tren, ya va a ser otro pedo”.
A menos de un mes de la inauguración del tramo correspondiente, el Tran Maya realizaba un viaje de Campeche hacia Cancún, Quintana Roo, cuando, a la altura de la estación de Tixkokob, en Yucatán, cerca de las 9:30 horas, uno de los vagones del convoy se descarriló. No se reportaron pasajeros lesionados.
Este incidente de inmediato trajo a la memoria los dichos de dos integrantes del Clan de Andy, familiares y amigos de Andrés López Beltrán, hijo del presidente de la República, quienes han hecho ventas multimillonarias de balasto para la obra y para cuya adquisición incluso han dado “moches” a la empresa encargada de verificar la calidad de esa piedra.
El 11 de marzo Latinus presentó un reportaje con grabaciones de Amílcar Olán y Pedro Salazar Beltrán, empresario amigo y primo de los López Beltrán, respectivamente, en las que se escucha cómo trafican con el balasto y, mediante sobornos, pasan su balasto sin la verificación de su calidad.
En una parte de la conversación se escucha decir, proféticamente, a Salazar Beltrán: “Ya cuando se descarrile el tren ya va a ser otro pedo”.
Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México, reaccionó de inmediato a lo ocurrido: denunció corrupción y demandó una investigación sería respecto a lo ocurrido para prevenir accidentes mayores.
