Varias potencias del mundo se han puesto en alerta y advertido a sus ciudadanos ante las posibles represalias iraníes por el bombardeo contra su consulado en Damasco, del que Teherán culpa a Israel. Mientras que Rusia, Alemania y Reino Unido instaron el jueves 11 de abril a las partes a mostrar moderación y contención, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, realizó una ronda de llamadas a sus homólogos de Turquía, China y Arabia Saudí en búsqueda de disuadir a Irán de emprender un ataque.
“Una escalada del conflicto no le interesa a Irán, no le interesa a la región ni al mundo”, subrayó el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, este jueves 11 de abril, al señalar la preocupación de la Administración de Joe Biden por “el riesgo de una escalada en Oriente Medio” y especialmente por “las amenazas lanzadas en los últimos días por Irán en contra del Estado de Israel y el pueblo israelí”.
A ese pronunciamiento se unieron otras potencias, incluidas Rusia, Alemania y Reino Unido, ante el temor por la anunciada venganza de Irán tras el ataque del 1 de abril contra su consulado en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní.
Este jueves, el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que Israel mantiene su guerra en Gaza, pero que también hacía preparativos de seguridad en otros lugares.