Chihuahua, Chih.- Alrededor de 60 manifestantes, entre los que se estima hay 15 estudiantes, incluido Luis Arrieta, un estudiante de maestría en la Facultad de Contabilidad, se congregaron en la glorieta de Pancho Villa. Se presume que Arrieta está afiliado a Morena, dado que ha sido visto en varias conferencias de prensa del partido.
La marcha se inició desde la glorieta mencionada, avanzando por la Av. Universidad hasta las puertas de la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Con cánticos, consignas y pancartas, los manifestantes anunciaban su llegada.
Se esperaba entablar una conversación con el rector de la universidad, Luis Rivera Campos, para llegar a un acuerdo, pero debido a su apretada agenda, no estaba presente en las instalaciones.
Después de esperar 15 minutos sin respuesta de las autoridades, excepto la presencia de algunos policías estatales, la manifestación, que inicialmente era pacífica, se tornó violenta.
Carlos Demetrio Olvera Fernández, titular de una escuela radical, también dio un discurso ante la impotencia de los manifestantes.
Ante la falta de respuesta, los manifestantes sacaron un tronco de madera llamado “Diálogo” y una “chicharra”, preparada para situaciones más intensas, y comenzaron a romper las puertas de madera para ingresar a la fuerza. Sin embargo, el personal de seguridad presente resistió en lo posible.
A pesar de los esfuerzos de los guardias, un grupo de aproximadamente 20 manifestantes logró ingresar a la Rectoría, enfrentándose a cuatro guardias con extintores. Hubo un enfrentamiento en el que al menos un guardia resultó herido, pero algunos manifestantes expresaron su solidaridad con ellos.
Después de irrumpir, los manifestantes se dispersaron. Aunque parecía que iban a iniciar algún acto, el coordinador de la manifestación, Luis Arrieta, optó por la razón y pidió que se guardaran los “teasers” y se mantuviera la calma para evitar más lesiones.
A pesar de que se les había sugerido reunirse en el Campus II de la UACH para discutir la situación, los manifestantes se negaron y decidieron permanecer en la Rectoría, cuya custodia asumieron.
Estos acontecimientos ocurren a tan solo 18 días de las elecciones, en un contexto en el que los partidos políticos compiten por cargos públicos, incluida la presidencia de la República.
