El pasado sábado, el Desfile del Orgullo LGBTQ+ en Roma celebró su 30º aniversario con un vibrante evento. Decenas de miles de personas llenaron las calles de la capital italiana, vistiendo trajes multicolores y portando pancartas que expresaban su apoyo a los derechos de la comunidad homosexual. El desfile fue también una plataforma de crítica hacia el papa Francisco, tras recientes controversias en torno a sus comentarios sobre la homosexualidad.
El mes pasado, el papa Francisco se vio envuelto en una polémica y tuvo que disculparse después de que se informara que usó la palabra “mariconez” en un contexto jocoso durante una reunión. Esta palabra fue repetida en otra ocasión reciente, lo que generó un debate sobre la postura de la Iglesia hacia los homosexuales y su inclusión en el clero.
En el desfile, numerosas pancartas se mofaban de estos comentarios del papa. Una mujer con un sombrero de colores del arco iris llevaba una motocicleta adornada con un cartel que decía: “Atención, a partir de aquí altos niveles de mariconez”. Otro participante disfrazado de Francisco sostenía un letrero que decía: “hay demasiada mariconez en este desfile”.
El evento contó con la presencia de Elly Schlein, líder del principal partido de la oposición italiana, quien es conocida por su firme defensa de los derechos LGBTQ+. Schlein bailó en una carroza en el centro del desfile, marcando una clara diferencia con las opiniones de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, cuyo partido se opone a la igualdad matrimonial, la adopción por parte de padres homosexuales y la maternidad subrogada.
Durante el desfile, se exhibieron carteles con mensajes irónicos y críticos. Uno de ellos decía: “No me gusta Meloni, pero me gustan los melones y el cabello rojo”. Otro hacía referencia al general Roberto Vannacci, recién electo diputado por el partido de derecha Lega, quien fue despedido por el ministro de Defensa italiano por comentarios considerados ofensivos hacia diversas minorías.
El desfile no solo fue una celebración de la diversidad y un llamado a la igualdad, sino también una ocasión para expresar críticas sociales y políticas relevantes para la comunidad LGBTQ+.