El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, volvió en silencio a su Australia natal este miércoles, después de alcanzar un acuerdo con la justicia estadounidense 14 años después de la mayor filtración de documentos clasificados de Estados Unidos. Su esposa, Stella Assange, pidió tiempo para que “pueda hablar de nuevo”.
Assange aterrizó en el aeropuerto internacional de Canberra en un vuelo chárter alrededor de las 19:40 hora local, tras un largo viaje que comenzó el lunes en Londres y una parada técnica en Bangkok el martes. El activista de 52 años llegó a las Islas Marianas del Norte como parte del pacto con Estados Unidos.
Vestido en un traje oscuro, con camisa blanca y corbata, Assange saludó con el puño en alto a los medios de comunicación y seguidores que lo esperaban en la pista de aterrizaje. Se reunió con su esposa y su padre, John Shipton, pero mantuvo un perfil bajo y no declaró durante la rueda de prensa programada tras su llegada.
“Julian quería estar aquí hoy, pero me ha pedido que yo lo haga (…) Necesita tiempo, necesita recuperarse”, afirmó Stella Assange en una sala del East Hotel de Canberra frente a más de cien periodistas. Pidió espacio y privacidad para que su familia pueda reencontrarse antes de que él elija hablar de nuevo.
La libertad de Assange fue posible tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, formalizado este miércoles durante una vista en un tribunal de Saipan, Islas Marianas del Norte. Assange se declaró culpable de violar la ley de espionaje estadounidense como parte del pacto.
“Hoy celebramos la libertad de Julian (…) Pero también es el día en el que esperamos que periodistas de todo el mundo se den cuenta del peligro que este caso genera”, enfatizó su esposa. La abogada de Assange, Jennifer Robinson, subrayó que el activista tuvo que declararse culpable para “recuperar su libertad”.
Assange es visto por sus defensores como un adalid de la libertad de expresión, mientras que sus detractores lo consideran el “enemigo número uno” de Estados Unidos. WikiLeaks ganó fama mundial en 2010 al filtrar documentos secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán y la base de Guantánamo.
Inicialmente detenido en 2010 a instancias de Suecia por un caso de abusos, Assange estaba en medio de un proceso de extradición a Estados Unidos, donde enfrentaba 18 delitos con una posible pena de 170 años de prisión.
