El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), la agencia oncológica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha clasificado el talco como “probablemente carcinógeno” (grupo 2A), especialmente en relación con el cáncer de ovario. Aunque las pruebas en seres humanos son limitadas, existen pruebas suficientes de cáncer en animales de experimentación y pruebas mecanísticas sólidas que demuestran que el talco presenta características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales.
Numerosos estudios han mostrado un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en mujeres que han utilizado polvos corporales en la región perineal. Aunque la evaluación se centró en el talco sin amianto, en la mayoría de los estudios no se pudo excluir completamente la contaminación del talco con amianto.
Además, no se pudieron descartar con certeza los sesgos en la forma en que se informó sobre el uso del talco en los estudios epidemiológicos, lo que impide establecer un papel causal claro del talco.
También se observó un aumento de la tasa de cáncer de ovario en mujeres expuestas al talco en la industria papelera. Sin embargo, la posibilidad de confusión por la exposición conjunta al amianto no pudo ser excluida, y el aumento de la tasa se basó en un pequeño número de casos en esos estudios ocupacionales.
En estudios con animales, el tratamiento con talco resultó en un aumento de la incidencia de neoplasias malignas en hembras (médula suprarrenal y pulmón) y una combinación de neoplasias benignas y malignas en machos (médula suprarrenal) de ratas.
Las monografías del IARC utilizan las características clave de los carcinógenos (CC) para evaluar sistemáticamente las pruebas mecanicistas de la carcinogenicidad de las sustancias. El talco presentó pruebas mecanísticas sólidas de inducir inflamación crónica (KC6) y alterar la proliferación celular, la muerte celular o el suministro de nutrientes (KC10). El grupo de trabajo revisó estudios donde la contaminación del talco con amianto era altamente improbable.
El talco, un mineral natural, se extrae en muchas regiones del mundo. La exposición al talco ocurre en entornos ocupacionales durante la extracción y procesamiento del talco, así como durante la producción de productos que contienen talco. La exposición de la población general a través del uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco está bien documentada, aunque la exposición a través de alimentos, medicamentos y otros productos de consumo es probable, aunque menos documentada.
Debido a las dificultades en la medición exacta, la contaminación del talco con amianto sigue siendo una preocupación, lo que puede llevar a la exposición de los trabajadores y la población en general al amianto, especialmente a través de productos de maquillaje y polvos corporales contaminados.