
En medio de una severa sequía en Norteamérica exacerbada por el cambio climático, Estados Unidos está recurriendo al norte de México para aliviar su escasez de agua. A través de acuerdos y presiones, busca obtener recursos hídricos de México.
Baja California dejará de recibir casi 500 millones de metros cúbicos de agua durante tres años, a cambio de 65 millones de dólares para mejorar su infraestructura hidráulica. Estados Unidos utilizará esta agua del río Colorado para generar energía, mientras los agricultores del Valle Mexicali descansarán sus tierras.
México enfrenta una reducción de casi 600 millones de metros cúbicos de agua en 2024, incluyendo recortes previos y el nuevo acuerdo. Emiliano Ramírez Madrid de Caintra señala que la sequía en el norte de México es una de las más intensas en décadas, afectando gravemente los recursos hídricos y provocando pérdidas económicas significativas.
Legisladores texanos han demandado a México por retrasos en el pago de agua y exigen represalias, incluso pidiendo la suspensión de ayuda a México hasta que pague su deuda hídrica. La falta de agua ha obligado al cierre de una planta productora de caña de azúcar en la frontera.
La crisis hídrica entre Estados Unidos y México es crítica, marcada por acuerdos históricos y presiones políticas. Los recientes acuerdos reflejan la urgencia y gravedad de la sequía que afecta a ambas naciones.


