Este domingo, Venezuela se encuentra ante el mayor reto electoral de los últimos 25 años. El presidente Nicolás Maduro, quien busca un tercer mandato tras 11 años en el poder, se enfrenta al exdiplomático Edmundo González. Este último ha logrado unificar a buena parte de la oposición, que superó sus diferencias para respaldar su candidatura.
Estas elecciones presidenciales representan una prueba para la continuidad de los gobiernos autoproclamados socialistas, iniciados hace 25 años por el fallecido Hugo Chávez. Aunque los primeros años de Chávez fueron marcados por programas sociales exitosos, las posteriores acusaciones de mal manejo y corrupción han llevado al país a una crisis económica, provocando la emigración de millones de venezolanos.
Jorge Rodríguez, jefe de campaña del presidente Nicolás Maduro y líder de la Asamblea Nacional dominada por el oficialismo, expresó su confianza en una victoria para el oficialismo en los comicios presidenciales del 28 de julio.
“No podemos dar resultados, pero puedo mostrar caras,” dijo Rodríguez con una sonrisa. “Fracasó la violencia, fracasó el odio, ganó el amor, ganó la independencia, ganó la soberanía de Venezuela y ganó la paz,” refiriéndose a los lemas de la campaña oficialista.
“Estas son las horas más cruciales y debemos mantenernos alerta,” declaró Samira Rivas, quien se unió a más de 100 vecinos del barrio caraqueño de Catia para esperar el final del conteo de votos. Mientras aseguraba que no se marcharía hasta que los resultados de su centro fueran públicos, un grupo de pandilleros leales al partido gobernante pasó cerca en motocicletas.
En un comunicado conjunto, los cancilleres de México, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay anunciaron que monitorean los acontecimientos en Venezuela. Consideraron “indispensable” que los resultados electorales reflejen la voluntad popular expresada por los venezolanos.
Los ministros latinoamericanos apoyan un conteo transparente de los votos, permitiendo la verificación y control de observadores y delegados de los candidatos, según un comunicado de la Cancillería de Panamá.
Los venezolanos esperan ansiosamente los resultados de las elecciones presidenciales, que podrían poner fin a 25 años de gobierno socialista. Algunos centros de votación permanecieron abiertos más de dos horas después del cierre programado. El gobierno de Nicolás Maduro ha indicado que los resultados se darán a conocer a partir de las 10:00 de la noche, una vez que haya una tendencia irreversible. La publicación de encuestas a boca de urna está prohibida.
Algunos venezolanos comenzaron a leer publicaciones en redes sociales que mostraban supuestos conteos de votos favorables al opositor Edmundo González. En el centro de votación del barrio de Catia, algunos comenzaron a corear “¡Y ya cayó, y ya cayó, este gobierno ya cayó!”, frase utilizada por años.
Miembros y simpatizantes de la oposición venezolana comenzaron a celebrar en línea y en las calles de distintas capitales latinoamericanas lo que consideran el triunfo del candidato Edmundo González.
La reacción de los simpatizantes de González se vio impulsada por supuestas encuestas de salida que circulaban en redes sociales, mostrando una victoria amplia sobre Maduro. La ley venezolana prohíbe las encuestas de salida y las autoridades electorales no se habían pronunciado sobre los resultados.