El Día Internacional de la Juventud, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, se celebra cada 12 de agosto para destacar la importancia de los jóvenes en el desarrollo social, económico y cultural. Esta conmemoración tiene su origen en el Foro Mundial de la Juventud celebrado en Lisboa en 1998, y la primera celebración oficial tuvo lugar en el año 2000.
El propósito de este día es sensibilizar sobre los desafíos que enfrentan los jóvenes y promover su acceso a oportunidades que les permitan contribuir activamente a la sociedad. Cada año, el Día Internacional de la Juventud se enfoca en un tema específico que aborda aspectos cruciales de la vida juvenil, como la educación, la igualdad de género, el empleo o el cambio climático.
Algunas ideas para celebrar este día incluyen la organización de charlas y talleres sobre temas relevantes para la juventud, ferias de oportunidades, proyectos de voluntariado, exposiciones artísticas y plataformas de expresión juvenil. Estas actividades no solo celebran a los jóvenes, sino que también los empoderan para enfrentar los desafíos globales y construir un futuro más inclusivo y equitativo.
El Día Internacional de la Juventud nos invita a reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones y políticas en las futuras generaciones, reconociendo el potencial y la energía de los jóvenes como agentes de cambio. Es una oportunidad para apoyarlos, escucharlos y valorar su contribución en la construcción de un mundo mejor.