La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha alertado sobre la propagación del virus Oropouche en el continente americano, señalando un aumento de casos en las áreas previamente afectadas. Debido a esta situación, la OPS ha declarado un alto riesgo en la Región de las Américas.
El virus Oropouche se asemeja al dengue en su modo de transmisión, ya que se propaga principalmente a través de la picadura de insectos, especialmente del mosquito Culicoides paraensis. Este patógeno fue documentado por primera vez en 1955 en la región de Vega Oropouche, en Trinidad y Tobago.
La transmisión del virus tiene dos ciclos: uno silvestre y otro urbano. En el ciclo silvestre, animales como primates, perezosos y roedores actúan como reservorios, mientras que los vectores principales son los mosquitos. Aunque no se ha comprobado que el virus se transmita por el aire o el contacto físico, se han registrado casos de transmisión vertical (de madre a feto) en Brasil, lo que ha causado microcefalia y muertes fetales.
Si bien la mayoría de los casos de fiebre Oropouche son leves o moderados, existen complicaciones graves como encefalitis y meningitis, que afectan las zonas alrededor del cerebro. Aunque estas complicaciones son esporádicas, pueden ser mortales en ciertos casos.
La principal preocupación radica en que el virus pueda seguir expandiéndose y convertirse en una amenaza similar al dengue, que pasó de tener pocos casos a ser una enfermedad con alta incidencia en varias regiones.
Los síntomas de la fiebre Oropouche incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, fotofobia (sensibilidad a la luz), visión doble, náuseas y vómitos. Aunque los síntomas suelen durar de cinco a siete días, la recuperación completa puede tomar varias semanas.
El Ministerio de Salud de Brasil ha recomendado reposo, tratamiento sintomático y seguimiento médico para los pacientes afectados, ya que no existe una vacuna ni un tratamiento específico para el virus.
La OPS ha subrayado que la “verdadera trayectoria” del virus sigue siendo desconocida, por lo que la alerta emitida busca prevenir una mayor expansión en la Región de las Américas, evitando que el Oropouche se convierta en un problema de salud pública más grave.