Antonio Riaño, alias “El Diablo”, uno de los fugitivos más buscados en Estados Unidos, fue capturado en México mientras trabajaba como policía municipal en Zapotitlán Palmas, Oaxaca. Riaño, requerido por el asesinato de un joven en Ohio hace 20 años, logró evadir a la justicia durante dos décadas antes de ser localizado.
El crimen ocurrió el 19 de diciembre de 2004 en un bar de Hamilton, Ohio, donde Benjamin Becarra, de 25 años, fue asesinado tras una discusión que escaló hasta un tiroteo. Las autoridades estadounidenses emitieron una orden de captura y hallaron en su domicilio el arma utilizada y documentos falsos, pero Riaño logró huir.
La pista clave para su captura fue su actividad en redes sociales. Investigadores del Servicio de Alguaciles de EE.UU. rastrearon su perfil en Facebook, lo que permitió confirmar su ubicación en México. El 1 de agosto, fue arrestado y trasladado a la Ciudad de México antes de ser extraditado a Ohio.
El fiscal del condado de Butler, Michael T. Gmoser, destacó la cooperación internacional que hizo posible la captura. Actualmente, Riaño enfrenta cargos por asesinato y agresión grave, y permanece en prisión sin derecho a fianza.
