El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, presidido por la magistrada Caryslia Rodríguez, validó oficialmente la reelección de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, en un fallo que ha generado reacciones encontradas y protestas. Esta decisión confirma los resultados anunciados previamente por el Consejo Nacional Electoral (CNE), a pesar de las denuncias de fraude y las irregularidades señaladas por la oposición y observadores internacionales.
El TSJ, controlado por el chavismo, realizó una auditoría de las actas electorales, aunque estas no fueron publicadas oficialmente. La oposición ha rechazado cualquier verificación realizada por el tribunal, argumentando que este no tiene competencia para interferir en las funciones del CNE.
Rodríguez afirmó que la revisión del TSJ concluyó que los resultados del CNE coinciden con las actas de las máquinas de votación y señaló un supuesto “ataque cibernético masivo” al sistema electoral. La presidenta del tribunal aseguró que la Sala Electoral tenía competencia para resolver el recurso presentado por Maduro, declarando que el proceso queda concluido de manera definitiva.
La líder opositora María Corina Machado reaccionó con un mensaje desafiante: “TSJ: Échenle bola”. Por su parte, el candidato opositor Edmundo González Urrutia criticó el fallo y afirmó que “ninguna sentencia sustituirá la soberanía popular”.
La Misión Internacional de Investigación de la ONU advirtió sobre la falta de imparcialidad del TSJ y el CNE. Machado agradeció este pronunciamiento y sostuvo que no existe legitimidad en la reelección de Maduro.
La oposición declaró que cualquier sentencia que valide la reelección sería “nula de pleno derecho” y violaría la separación de poderes establecida en la Constitución venezolana.
Maduro fue declarado vencedor de las elecciones del 28 de julio por el CNE, que no ha publicado un recuento detallado, argumentando un ataque cibernético. La oposición ha denunciado el proceso como fraudulento y reivindica la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia. Este recurso ante el TSJ, presentado por el propio Maduro, fue visto por muchos como un mecanismo para legitimar su reelección, dado el control del tribunal por el oficialismo.
El TSJ convocó a los candidatos presidenciales, incluido Maduro, para comparecer en esta investigación. Sin embargo, la oposición y otros actores críticos no tuvieron acceso al expediente, lo que alimenta aún más la percepción de un proceso manipulado.