Tremenda contrapunteada que le dieron los alcaldes de Ojinaga, Manuel Benavidez y Ojinaga a varios secretarios de Estado, esto cuando afirmaron que no hubo “toques de queda”, en dichas localidades, sin embargo la realidad fue otra, porque a profesionales de la salud, maestros, estudiantes y otros sectores, por debajo del escritorio, les recomendaron ni pararse en sus puestos laborales.
Por ejemplo, en Coyame, fueron suspendidas todas las actividades escolares en todos los niveles, hecho confirmado por la propia Presidencia Municipal, la misma dosis sucedió en Manuel Benavidez y Ojinaga, pero no solamente en escuelas, sino en otras instituciones de Gobierno, “donde no dejaron de trabajar, porque trabajaron, homeoffice”
Las perdidas económicas para estos municipios han sido devastadoras, y les causa coraje que a la ligera las autoridades ya sea federales o estatales, salgan a decir que “es falso que existan toques de queda”, cuando ya se demostró la capacidad de los chicos malos en la región, que no necesitaron emitir un comunicado para causar miedo y psicosis colectiva.
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A donde apuntan que habrá varias solicitudes en materia de transparencia, es al Instituto de Cultura de Municipio, ya que hay acusaciones en las que únicamente hay una empresa favorita para todos los temas de eventos culturales, para la renta de sonido y mobiliario, desde hace más de 5 años.
Los señalamientos van en el sentido a que hay varias empresas dedicadas al mismo giro que buscan ganar algún contrato para prestar su servicio en eventos culturales pero al ser todas las adjudicaciones de manera directa quedan fuera automáticamente, sin derecho a participar.
El problema, dicen los que saben, es que el negocio es vía adjudicaciones directas, cuando los contratos superan muchas veces, varios millones de pesos, lo que obligaría a la administración a licitar.
Las empresas que buscan mejorar e incursionar en sus negocios, piden piso parejo y no dar todo el favoritismo a una o dos personas.
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Nadie, sabe, nadie supo, (obvio sí), pero por lo pronto la Gata Mora se reserva el nombre, y es que dicen que un alto, pero alto funcionario en materia de seguridad, que viajaban rumbo a Parral o por aquellos rumbos, supuestamente le marcaron el alto a quienes conocen como los “policholos”.
El chisme anda a todo lo que da entre varios secretarios, de ahí salió la versión de que a ese alto funcionario le iban a quitar la camioneta, supuestamente hasta blindada, pero más rápido que en caliente, ya se había atiburrado de escoltas de dicho funcionarios.
Por fortuna para los presentes lograron calamar las aguas, y cada quien agarró para su rumbo, pero el susto no se lo quitan a nadie, “fue como si Lunazo”, así lo describieron los platicantes.
Aunque afirman que el hecho no es de ayer, ni antier, salió como un lamentable recuerdo de hace unas semanas atrás.
