Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos del Senado aprobaron con 25 votos de los legisladores de Morena, PT y Verde y 10 en contra de la oposición, el dictamen de reforma constitucional que adscribe la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Morena y aliados defendieron la confianza que ha adquirido la Guardia Nacional y rechazaron que signifique la militarización en el país.
Ernestina Godoy, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, explicó el contenido del dictamen, al señalar que “las reformas planteadas fortalecerán la capacidad del Estado para controlar el territorio, apuntalando a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad nacional diseñada para actuar de manera coordinada con otras instituciones, pero con una mayor disciplina y capacidad operativa que las policías locales y estatales”.
“Esto es fundamental para enfrentar desafíos que trascienden las capacidades de las fuerzas locales, como la violencia armada, el tráfico de drogas y el control territorial por parte de grupos criminales”, indicó Godoy Ramos.
Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, advirtió que “este ya no es el país ni hay un gobierno del ‘mátalos en caliente’. Este es un gobierno que entiende cuál es la responsabilidad primordial respecto al ciudadano. No seamos o no hagamos alegoría de algo que ni existió. Sí se requiere una Guardia Nacional profesional, en este país y todos los países donde existe un cuerpo homologado a este y si tienen formación militar”.
Sostuvo que “la única manera de reponer lo podrido donde no existen policías municipales, donde no hay policías estatales” y les recordó a los panistas que los gobernadores de Aguascalientes, Guanajuato y Chihuahua pidieron a la federación fortalecer la presencia de la Guardia Nacional en sus entidades.
Oposición rechaza reforma a la Guardia Nacional
Al defender el voto en contra PAN, PRI y Movimiento Ciudadano lamentaron que no sea la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la que decida sobre la política de seguridad del próximo gobierno.
La senadora del PRI, Carolina Viggiano, quien anticipó el voto en contra de su bancada, reconoció que su partido avaló la creación de la Guardia Nacional y su prórroga, pero en esta ocasión dejarán firme la postura de que la seguridad no puede depender solo de las fuerzas armadas.
Igualmente lamentó que la reforma se apruebe apenas a unos días de la toma de protesta de la nueva Presidenta de México, a quien debería decidir plenamente sobre el tema.
“Nosotros aprobamos prorrogar el plazo, pero es falso que estamos programados para decir no. Este país no es propiedad de nadie. Hay otra mitad que tiene otra visión de país. Este tema lo debería estar decidiendo completamente la próxima Presidenta de este país (Claudia Sheinbaum)”.
El panista Marko Cortés sostuvo que “desde Acción Nacional le queremos ayudar a la próxima Presidenta de México pero para nosotros la militarización no es la solución, al contrario, ha venido siendo parte del problema”.
Pero, el morenista Pavel Jarero le respondió a señalar que critican una supuesta militarización pero defienden la estrategia de seguridad del gobierno de Felipe Calderón.
“Son hipócritas en la oposición, hipócritas, falsos, mojigatos, fariseos y simuladores. ¿Cómo es posible que vengan a defender la estrategia de militarización y que vengan a defender la estrategia de (Felipe) Calderón, esa sí violó la Constitución. ¿Ustedes conocen un policía federal pobre?”, cuestionó.
Incluso, añadió: “lo que hay que decirle al dirigente, todavía dirigente del PAN es que ustedes sí son bien bisneros, yo fui presidente municipal en 2011 y tenía Fortamun, y su entonces policía ejemplar que tenía el PAN, después de firmar el Fortamun, te pasaban a un cuartito y te ponían a las empresas con quienes tenías que comprar fortunituras, patrullas y capacitación. Hay que tener memoria de lo que ha pasado en este país, y vergüenza, entonces nosotros tenemos lengua larga porque tenemos cola corta”.
El emecista Luis Donaldo Colosio advirtió que “esta reforma es el clavo final al ataúd de la seguridad civil en México. Representa la rendición del gobierno ante su responsabilidad de garantizar la seguridad de sus habitantes desde lo ciudadano. Encomendar al Ejército tareas y labores para las que no está diseñado ni capacitado va en contra del respeto y admiración que decimos tenerle”.