Que gran dilema tuvo el fiscal Anticorrupción de Chihuahua, Abelardo Valenzuela cuando le avisaron que tenían lista la detención del ex Gobernador, Javier Corral Jurado, a quien el describió como “el único político mexicano que, en los hechos, acredita lo que se debe hacer en el combate a la corrupción”, como se dice, “siempre hay un Twit..
Hoy le queda perfectamente claro a la Gobernadora, Maru Campos porque no pudo detenerse a uno de sus principales atacantes, a quien acuso que con jueces de consigna le hicieron la vida de cuadritos, “El Gobierno honesto y valiente de Chihuahua que encabeza nuestro Gobernador, Javier Corral, le lavará la cara a México ante el Mundo”.
Hoy los chihuahuenses que esperaban algo de justicia por el insípido Gobierno de Corral, entienden porque no hubo justicia, “El Gobierno de Javier Corral está rompiendo paradigmas y se perfila como el impulso del verdadero cambio en el sistema político mexicano”.
Habrá que ver las publicaciones que le dedico a la Gobernadora, Maru Campos, si fueron así de efusivas, la lealtad deja de ser un valor y se convierte en una decisión muy personal en los momentos más críticos…y hay publicaciones que dejan clara esa lealtad.
Las universidades técnicas, como la Universidad Tecnológica de Chihuahua (UTCH), que alguna vez fueron símbolos de avance y modernización educativa en el estado, hoy mantienen a personas muy polémicos de la política chihuahuense, casi a punto de que parecen instituciones secuestradas por los partidos y no por los académicos.
Lo que debiera ser un semillero de talento, innovación y conocimiento, se ha convertido en un refugio para expriistas y figuras de la política de medio pelo que han encontrado cobijo en instituciones que, irónicamente, deberían estar liderando el cambio que tanto necesita nuestra sociedad.
Un ejemplo claro es José Luis García, quien no solo fue inhabilitado tras una denuncia administrativa y penal por violencia institucional contra la titular del Ichmujer, sino que ahora se mueve cómodamente en el ecosistema de las universidades públicas, como si su historial no fuera lo suficientemente problemático.
A este desfile de personajes se suman otros, como Kamel Athie y Memo Márquez Lizalde, quienes de ser “expertos” en todo tipo de asuntos gubernamentales ahora se posicionan como líderes en lo que debiera ser el activo más importante del estado: la educación técnica.
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Martín Solís, aquel funcionario que supo cobrar bien durante la administración de Javier Corral y que dejó a su paso un mal sabor entre los productores rurales, parece estar aguardando bajo la sombra del fracaso de su jefe moral. Hoy, su nombre suena para una dependencia federal como SADER, y esto ha encendido las alarmas en el campo. ¿Será que el abrigo del Bienestar le dará el cobijo que necesita?
Los productores especialmente en Namiquipa y Benito Juárez, aún recuerdan la ineficiencia y los problemas que enfrentaron cuando Solís estuvo al frente de la Dirección de Fomento Agropecuario de Secretaría de Desarrollo Rural.
Ahora, la posibilidad, al menos eso dicen en los chats de WhatsApp, de su retorno a un puesto clave genera pánico entre quienes vieron de primera mano el abandono y la falta de capacidad en la gestión anterior.
¿Volverán por sus fueros los barzonistas radicales, O simplemente es un rumor que ellos mismos están echando a andar, para ver si pega?