Chihuahua, Chih.- Familiares de las víctimas y una organización local de derechos humanos en Tamaulipas han señalado al ejército ya la Guardia Nacional como responsables de la muerte de Yuricie Rivera, una enfermera de 46 años, y una niña de 8 años. Los hechos ocurrieron en Nuevo Laredo, una ciudad fronteriza del estado de Tamaulipas, en el norte de México.
El pasado viernes, Rivera viajaba con su esposo e hijo en una camioneta privada cuando fue alcanzada por una bala en la cabeza. De acuerdo con el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, el disparo habría sido realizado por elementos del ejército durante una persecución contra civiles armados en la ciudad. El esposo de Rivera, Víctor Carrillo Martínez, relató que los soldados abrieron fuego sin justificación, y una de las balas atravesó el parabrisas, hiriendo mortalmente a su esposa.
“Los militares comenzaron a disparar indiscriminadamente sin tomar en cuenta que había muchas familias en la zona”, declaró la organización en un comunicado, agregando que, tras el incidente, los soldados huyeron al escuchar los gritos de auxilio del esposo.
Carrillo Martínez, que salió ileso junto con su hijo, denunció que los disparos provenían de balas de gran calibre utilizadas por los soldados durante el enfrentamiento. Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales por parte de las autoridades sobre el caso.