Chihuahua, Chih.- La migración irregular desde Rusia hacia México ha crecido un 64 % en el último año, según datos del Gobierno mexicano. Este fenómeno ha hecho de México un punto de refugio para quienes huyen de la guerra en Ucrania y de las políticas restrictivas del gobierno ruso.
En Tapachula, frontera sur del país, Tajir, exmiembro de las Fuerzas Especiales Rusas, busca establecerse lejos del conflicto. “No quiero disparar a personas que defienden su territorio”, explicó a EFE. Tras un largo recorrido por Kazajistán, Kirguistán, Argentina y México, ahora canta en las calles mientras perfecciona su español con la esperanza de trabajar como profesor.
Aunque la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha rechazado su solicitud, algunos ciudadanos locales han mostrado su apoyo.
Por otro lado, la organización Casa Frida reporta un aumento de migrantes LGBTI+ rusos tras el recrudecimiento de políticas homofóbicas en Rusia. Anatoly, uno de los beneficiarios de esta organización, ya obtuvo un visado de residente temporal en México y sueña con nacionalizarse.
Este fenómeno refleja cómo México se convierte en una opción para quienes buscan huir de conflictos y opresión, aunque sea temporalmente, mientras enfrentan desafíos lingüísticos y legales en el camino.
