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martes 17 de junio del 2025.

En la opinión de Adrián Zermeño : LA SOCIEDAD ADOLESCENTE

Chihuahua, Chih.- Recién iniciado este 2025, me resulta necesario tocar un cuestionamiento que pocas veces se analiza, pero que a la postre es cada vez más evidente su notoriedad e influencia en el desarrollo social del país y del mundo en general, y éste es el encumbramiento de los adolescentes como referente en toma de decisiones, influencia en moda, cultura y política, pero que a la vez convenientemente ha sido aprovechado en detrimento de los mismos al ser los más susceptibles por su inexperiencia y características propias de la edad, de ser utilizados y adoctrinados en una serie de movimientos, que por desgracia ha estado desplazando fáctica y jurídicamente la figura de autoridad de los padres, y lo que es más interesante, la adhesión a ideologías concretas promovidas curiosamente en todo el mundo.

Es así que según los principales sociólogos y filósofos clásicos, coinciden en que la humanidad se ha dividido en 3 grandes periodos, que para efectos prácticos pueden son nombrados como la Época Clásica (Edad de los viejos), la Época Moderna (Edad de los adultos) y la Época Post-Moderna (Edad de los adolescentes), siendo esta última a la que centro este breve análisis.


La Época Clásica fue caracterizada por que la toma de decisiones y puestos de poder, los ostentaban los más viejos, por su experiencia y sabiduría; en la Época Moderna el liderazgo pasó a los adultos jóvenes, que estuvieran más aptos en las disciplinas y tuvieran la fuerza de guerra, política o económica, tomando consejo siempre de los más viejos; y por último la actual Época Post-Moderna, en la que se ha tratado de convertir prematuramente a los adolescentes en adultos, y a los adultos en adolescentes, dando y quitando respectivamente poder y notoriedad en la sociedad.

Y ejemplos de lo anterior tenemos muchos, que por un lado podemos mencionar como ejemplo a una adolescente sueca de nombre Greta Thunberg, que el 14 de diciembre de 2018 a sus 15 años, fue llevada por sus mentores (representantes) a la Cumbre del Clima en la ONU, a dar un discurso preparado por los mismos, en el que señalando con el dedo, se dirigió a los líderes de 200 países: “Ustedes no son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son, incluso esa carga nos la dejan a nosotros los niños…”, llevándose una ovación de pie, toma de selfies con los jefes de estado, y por supuesto jugosas cantidades de dinero para ella y para sus promotores.


Por otro lado tenemos a adultos luchando por convertirse en adolescentes, tanto en sus formas de actuar, vestir, socializar y dirigirse, que igualmente por mencionar un ejemplo, tenemos a aquellos padres que pregonan el no ser una figura de autoridad, sino los mejores amigos de sus hijos, igualando su status al de los adolescentes en pro de una igualdad ficticia, cuando bien deberían estar formando a los menores en los valores y destrezas más básicas.


El gran problema aquí es que a toda acción se remite una consecuencia, y es que los efectos de convertirnos en una sociedad adolescente se están haciendo notar de sobremanera, desde los cambios en currícula escolar (adoctrinamiento en educación básica con libros de texto reformados), reformas legales (como en España, referente a que se suprime la figura de la pedofilia en pos del consentimiento otorgado por el menor a un adulto), la incapacidad de los padres para poder corregir a sus hijos, so pena de poder caer en un procedimiento judicial por violentar las libertades de loes menores, y así podemos seguir enumerando una lista tristemente interminable.


Sin lugar a dudas el desarrollo de las sociedades, ha sido fuente de estudio de la ciencia política y social, toda vez que resulta indispensable para poder determinar la ruta que se debe seguir en la generación de políticas económicas, culturales y sociales en cada set poblacional, ya que como lo bien dijo el filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana, “Quien olvida su historia, está destinado a repetirla”, así que estas breves líneas solo son una reflexión que nos debe llevar a estar conscientes de que si seguimos en esta misma tendencia y no hacemos lo propio en cada uno de nuestros hogares, por desgracia el futuro no será muy prometedor.


Agradeciendo su lectura a estas líneas, les deseo un año lleno de éxito y bendiciones, hagamos de este 2025 un año que valga la pena.

LIC. ADRIÁN ZERMEÑO F.
CEO y Fundador de Punto Norte Abogados
Atleta de alto rendimiento y medallista Internacional

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