Guadalupe y Calvo.- En un hecho que parece sacado de una película de acción, la presidenta seccional de Dolores y el párroco local fueron sorprendidos por una lluvia de balas mientras viajaban en su camioneta por la zona de Las Carboneras, en Guadalupe y Calvo.
Los agresores, ocultos entre los cerros, abrieron fuego sin previo aviso, dejando a las víctimas con heridas que, afortunadamente, no pusieron en peligro sus vidas.
Tras el ataque, ambos fueron trasladados de inmediato a un hospital en Parral para recibir atención médica.
Este incidente se suma a la creciente ola de violencia en la región, donde recientemente más de 80 familias de la comunidad de Dolores abandonaron sus hogares en busca de seguridad en Parral durante la Nochebuena.