El empresario y fundador de SpaceX, Elon Musk, encendió las redes sociales tras responder con un emoji en la plataforma X a una publicación que vincula al magnate mexicano Carlos Slim con cárteles de la droga.
La publicación, realizada por el usuario @WallStreetMav, acusa a Slim de mantener “importantes vínculos” con el narcotráfico y señala que es el mayor accionista de The New York Times. Según el usuario, este medio apoya los intereses comerciales del empresario mexicano a través de narrativas como la del artículo titulado “How Labeling Cartels ‘Terrorists’ Could Hurt the U.S. Economy”.
El polémico artículo del NYT
El artículo en cuestión, firmado por los periodistas Maria Abi-Habib y Simón Romero, advierte sobre las implicaciones de clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Según el texto, esta medida podría desalentar la inversión estadounidense en México, afectar las remesas enviadas por migrantes y dañar las relaciones comerciales entre ambos países.
El reportaje también señala que algunas empresas estadounidenses podrían estar colaborando inadvertidamente con los cárteles, lo que complicaría aún más la situación.
La reacción de Musk
Aunque Elon Musk no ofreció un comentario explícito, su reacción en forma de emoji generó un debate en redes sociales, donde usuarios especulan sobre su postura respecto a Carlos Slim y las acusaciones lanzadas en la publicación.
Reacciones y contexto
Este incidente ocurre en un contexto de tensiones políticas y económicas entre Estados Unidos y México, exacerbadas por las políticas del presidente Donald Trump y su reciente orden ejecutiva que busca combatir el narcotráfico con medidas más estrictas.
Mientras tanto, Slim no ha respondido públicamente a las insinuaciones. Por su parte, Musk, conocido por sus comentarios provocadores en redes sociales, no ha profundizado en el tema, dejando a la audiencia interpretaciones abiertas sobre su postura.
La controversia resalta la creciente interacción entre figuras influyentes y medios digitales, donde cualquier reacción puede escalar rápidamente a un debate global.
