La violencia en Guanajuato ha vuelto a golpear con fuerza. La maestra Juana Edith Rivera Álvarez, docente de la primaria Melchor Ocampo en Rincón de Centeno, y sus hijos Samuel y Diego Landín Rivera fueron asesinados en un ataque directo en la colonia Libertadores del Bajío, municipio de Juventino Rosas.
El alcalde Fidel Armando Ruiz Ramírez confirmó que no se trató de un hecho colateral, como inicialmente se pensó, sino de un ataque dirigido contra la maestra y su familia en su propio domicilio. “Estamos trabajando con la Fiscalía General del Estado para esclarecer este lamentable suceso”, declaró.
Acciones de seguridad tras el crimen
El edil anunció el despliegue de 50 elementos de la Guardia Nacional en la región, con 20 asignados permanentemente y 30 realizando rondines en Juventino Rosas y municipios vecinos como Celaya, Salamanca y Villagrán. Asimismo, se garantizó vigilancia las 24 horas en el domicilio donde se lleva a cabo el velorio de las víctimas, a solicitud de los familiares.
El colectivo de búsqueda Luz y Justicia informó que los cuerpos de los jóvenes fueron localizados aproximadamente 24 horas después del ataque. Samuel y Diego eran reconocidos por sus comunidades; Diego, en particular, era estudiante de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico Nacional de México, campus Celaya, que expresó sus condolencias públicamente.
Reacciones de la comunidad educativa
La pérdida de Juana Edith Rivera Álvarez también ha impactado profundamente al gremio docente. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Sección 13, lamentó su muerte en un comunicado, destacando su compromiso con la educación en la región.
El asesinato de la maestra y sus hijos resalta nuevamente la grave crisis de seguridad en Guanajuato, una de las entidades más afectadas por la violencia en el país. Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los motivos y llevar a los responsables ante la justicia.
