Ezra Vandan, conocida en redes sociales como Azranur AV, fue arrestada en Turquía tras anunciar su intención de mantener relaciones sexuales con más de 100 hombres en 24 horas. La modelo de OnlyFans, con más de 231 mil seguidores en su cuenta de X, desató controversia al inspirarse en figuras de la industria para adultos como Bonnie Blue, quien asegura haber alcanzado un récord similar en 2004.
Las autoridades turcas calificaron su plan como “obsceno” y “dañino para la moral nacional”. La Oficina de Moralidad de Estambul localizó a Vandan mientras se sometía a una cirugía estética y procedió a su arresto. Durante su comparecencia ante el sexto juzgado penal de paz, fue acusada de “difundir obscenidades” y “dañar los valores culturales.” Su esposo, Pedram Behdar Vandan, también fue detenido brevemente, pero fue liberado más tarde.
El caso de Vandan ha generado una discusión sobre los límites entre libertad individual y los estándares culturales en Turquía, un país con profundas tradiciones conservadoras. Mientras algunos critican la intervención del Estado, otros consideran que estos actos afectan los valores sociales y culturales del país.
Vandan señaló que su idea estaba inspirada en modelos como Bonnie Blue y Lisa Sparks, quienes en el pasado protagonizaron eventos polémicos en la industria para adultos. Bonnie Blue alcanzó un récord en 2004 al estar con más de mil hombres en un día, mientras que Sparks había logrado una marca previa con 919 hombres.
Otro caso reciente que ha reavivado el debate es el de Lily Phillips, una modelo británica de OnlyFans que intentó documentar un evento similar. Aunque no se concretó debido a presiones legales y sociales, Phillips reveló los impactos emocionales y psicológicos de este tipo de prácticas, calificándolas como experiencias que no son para “personas débiles.”
El arresto de Ezra Vandan refleja el choque entre las decisiones personales en la industria del entretenimiento para adultos y las restricciones impuestas por sociedades con valores conservadores. Mientras su caso continúa en los tribunales, ha encendido un debate global sobre los derechos individuales, la moralidad y los límites de la libertad de expresión.