Cientos de ciudadanos vestidos de blanco se reunieron frente al atrio de la Catedral en Culiacán el pasado 23 de enero, demandando justicia por la muerte de los menores Alexander “N” y Gael Antonio “N”, víctimas de un ataque armado durante una persecución en la que también perdió la vida su padre.
Portando globos y cartelones con mensajes de demanda de paz, los manifestantes clamaron consignas como “queremos paz” y “con los niños no,” exigiendo respuestas inmediatas de las autoridades. Colectivos de búsqueda, que se sumaron a la protesta, llevaron carteles con los rostros de personas desaparecidas, ampliando el reclamo por seguridad en el estado.
La marcha, que culminó en el Palacio de Gobierno, se tornó tensa cuando algunos manifestantes ingresaron al edificio rompiendo puertas y cristales, dejando a una persona herida en la pierna. Además, dañaron paredes y mobiliario como muestra de frustración ante la falta de respuestas.
La tragedia que motivó estas protestas ocurrió la madrugada del domingo en la carretera hacia Imala, cuando el vehículo en el que viajaban los menores junto a su padre fue atacado a balazos por sujetos desconocidos. Los niños fueron trasladados a hospitales con heridas graves, pero lamentablemente Gael falleció esa misma madrugada y Alexander perdió la vida al día siguiente debido a la gravedad de sus lesiones.
Los manifestantes también se dirigieron al Palacio Municipal, exigiendo justicia y la intervención del gobernador Rubén Rocha Moya, a quien responsabilizan por la falta de seguridad en la entidad. Con consignas como “fuera Rocha,” los ciudadanos hicieron un llamado urgente para que se garantice la paz y se prevengan tragedias similares en el futuro.
