El gobierno de Argentina, liderado por Javier Milei, anunció la construcción de una valla de alambre de púas de 200 metros en la frontera con Bolivia, específicamente en el río Bermejo, como parte del plan “Fronteras Blindadas”. El objetivo es combatir el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas, además de regularizar el flujo migratorio en la región.
La obra, contemplada en el Boletín Oficial de la provincia de Salta, incluye un cerco de 2.5 metros de alto que conectará la oficina migratoria de Aguas Blancas con la terminal de autobuses. Esta medida busca canalizar el paso de migrantes y obligarlos a registrarse en Migraciones. Según el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, la zona es un punto crítico donde muchos cruzan entre Argentina y Bolivia sin pasar por controles migratorios.
Medidas de seguridad adicionales
Además de la valla, se desplegarán 310 agentes de seguridad pertenecientes a la Gendarmería y Prefectura, quienes vigilarán áreas consideradas de alta incidencia delictiva, como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la “ruta de la droga”.
El plan también incluye controles más estrictos en dos pasos fronterizos principales: el puente internacional y el puerto Chalana. Según Zigarán, estas medidas buscan reducir el tránsito ilegal que afecta la seguridad en la región.
Respuesta de Bolivia
El gobierno boliviano expresó su preocupación por esta medida, señalando que decisiones unilaterales pueden dañar la convivencia pacífica entre los dos países. A través de su Cancillería, Bolivia solicitó que cualquier iniciativa relacionada con la frontera sea discutida mediante mecanismos de diálogo bilateral.
En respuesta, Zigarán defendió la decisión de Argentina, argumentando que el gobierno boliviano tiene conocimiento limitado de la situación en la frontera. También destacó que en los puntos de control existentes, Bolivia asigna menos personal que Argentina, lo que dificulta el control efectivo.
El Plan Güemes
La valla es una de las medidas incluidas en el Plan Güemes, presentado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el pasado diciembre. Este plan pretende fortalecer la seguridad fronteriza y combatir actividades ilícitas en las zonas limítrofes. Según Bullrich, la implementación de estas acciones es clave para frenar las dinámicas criminales en áreas vulnerables.
Con esta medida, Argentina busca fortalecer el control de su frontera norte, aunque la controversia por su impacto en la relación bilateral con Bolivia sigue latente.
