El gobierno de Donald Trump ha iniciado deportaciones masivas utilizando aviones militares, con un costo estimado de 4 mil 675 dólares por migrante, un precio significativamente más alto que los vuelos comerciales fletados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El lunes, un C-17 militar transportó a 64 migrantes desde El Paso, Texas, hasta Guatemala, sumando hasta 28 mil 500 dólares por hora de vuelo, lo que representa un gasto millonario en comparación con los vuelos comerciales del ICE, cuyo costo por deportado ronda los 630 dólares.
Trump justificó el uso de aviones militares como parte de su estrategia de emergencia nacional, asegurando que cualquier país que se niegue a recibir a los migrantes enfrentará sanciones económicas. Mientras tanto, Colombia ya rechazó recibir vuelos militares estadounidenses, enviando en su lugar sus propias aeronaves para repatriar a sus ciudadanos.
La Casa Blanca ha defendido la medida como una advertencia para quienes intenten ingresar a EE.UU. de manera irregular. Sin embargo, expertos critican el alto costo y cuestionan la efectividad de esta estrategia, mientras el Pentágono continúa sin aclarar la magnitud del gasto que implicará este tipo de deportaciones.
