La desaparición de Jhosajani de Rubí Luna Martínez, de 18 años, y Oswaldo Ramírez Mendieta, de 26, mantiene en alerta a sus familiares, quienes exigen respuestas a las autoridades de Veracruz. Los jóvenes fueron vistos por última vez el pasado 19 de enero, cuando viajaron de Xalapa al puerto de Veracruz por motivos de trabajo.
De acuerdo con sus familiares, la última comunicación ocurrió cuando informaron que estaban en una playa. Minutos después, enviaron un mensaje a su jefe donde indicaban que habían sido interceptados. Sin embargo, lo más inquietante es que la última ubicación de su celular quedó registrada cerca del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz (IPAX), sin que hasta ahora haya información sobre su paradero.
Sin respuestas y sin videos de seguridad
Los familiares han emprendido protestas en el centro de Xalapa y en la plaza Lerdo de Tejada, denunciando la falta de avances en la investigación.
“No nos han dicho nada, no nos han presentado videos ni nada. La ubicación del celular del muchacho hasta ahorita todavía aparece en la misma ubicación, en las instalaciones del IPAX”, señalaron los familiares en entrevista con Diario de Xalapa.
Hasta ahora, la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz ha emitido las fichas de localización, proporcionando características físicas y señas particulares de ambos jóvenes.
- Jhosajani de Rubí Luna Martínez: Mide 1.70 metros, piel blanca, ojos café oscuro, cabello largo y lacio. Tiene una perforación en la nariz y tatuajes en ambas piernas y brazo izquierdo.
- Oswaldo Ramírez Mendieta: Mide 1.72 metros, piel blanca, ojos café oscuro, cabello corto y ondulado. Se distingue por un tatuaje en el brazo izquierdo y vitíligo en el rostro.
Llamado de auxilio
Sus familiares piden a las autoridades intensificar la búsqueda y solicitan apoyo ciudadano para dar con su paradero. Para cualquier información, la Comisión Estatal de Búsqueda de Veracruz habilitó el número 228 319 3187 y el correo busqueda.veracruz@gmail.com.
Mientras tanto, el caso sigue envuelto en incertidumbre, con más preguntas que respuestas sobre lo que realmente sucedió con Jhosajani y Oswaldo.
