Chihuahua, Chih.- La desaparición de un avión con 10 personas a bordo en Alaska ha desatado una intensa operación de búsqueda, tanto por aire como por tierra, en medio de condiciones climáticas adversas.
El incidente ocurre en un contexto de creciente preocupación por la seguridad aérea en Estados Unidos, luego de dos recientes accidentes fatales: la colisión de un helicóptero Black Hawk con un vuelo de American Eagle en Washington D.C., que dejó 67 muertos, y el accidente de un avión médico en Filadelfia, con siete víctimas.
El Cessna 208B Grand Caravan despegó de Unalakleet con destino a Nome, en el oeste de Alaska. Sin embargo, la Policía Estatal de Alaska recibió el reporte de su desaparición a las 16:00 hora local, al no llegar a su destino.
Datos de FlightRadar24 indican que la última comunicación del avión ocurrió a las 15:16 horas, cuando se encontraba a unos 19 kilómetros mar adentro sobre el Norton Sound.
El Departamento de Bomberos Voluntarios de Nome informó que el piloto había indicado a la torre de control su intención de entrar en un patrón de espera mientras se despejaba la pista de aterrizaje, posiblemente debido a nevadas ligeras, niebla densa y temperaturas de -8°C, lo que también dificulta las labores de rescate.
Las autoridades han desplegado un operativo de búsqueda con la Guardia Costera de EE.UU., la Guardia Nacional y equipos terrestres que patrullan la costa desde Nome hasta Topkok.
La vigilancia en tierra se centra en zonas costeras de difícil acceso, donde se cree que podrían encontrarse restos del avión en caso de un aterrizaje forzoso o un impacto.