La familia Lebarón ha denunciado como un acto de terrorismo la muerte de un niño jornalero, quien perdió la vida tras pisar una mina terrestre en Michoacán. El menor, que trabajaba en el campo junto a su familia, fue víctima de un artefacto explosivo que, según los Lebarón, fue colocado de manera intencional en la zona. Este trágico suceso ha generado indignación y llamado la atención sobre la violencia en la región.
El incidente ocurrió en una zona rural de Michoacán, donde grupos del crimen organizado han sido acusados de sembrar minas terrestres como método de control territorial. La familia Lebarón, conocida por su activismo en contra de la violencia y su lucha por la justicia, ha exigido una investigación exhaustiva y responsabilidades claras por lo que consideran un acto cobarde y despiadado.
En un comunicado, los Lebarón señalaron que la muerte del niño es una muestra más del abandono por parte de las autoridades y la falta de seguridad en las comunidades rurales. “Esto no es solo un crimen, es terrorismo. Las minas no discriminan y ponen en riesgo la vida de inocentes, especialmente de niños y familias que solo buscan trabajar honestamente”, afirmaron.
Organizaciones de derechos humanos se han sumado a las demandas de la familia, pidiendo al gobierno federal y estatal que tomen medidas urgentes para desactivar minas en la región y garantizar la seguridad de los habitantes. Además, han solicitado apoyo para las familias jornaleras, quienes enfrentan condiciones de vulnerabilidad extrema mientras trabajan en los campos.
La muerte del niño ha conmocionado a la comunidad y ha reavivado el debate sobre la presencia de grupos armados en Michoacán. Mientras las autoridades investigan el caso, la familia Lebarón y sus aliados continúan exigiendo justicia y acciones concretas para evitar que hechos como este se repitan en el futuro.
Fuente: Infobae.