Chihuahua, Chih.- Marcelo Ebrard y la secretaria de Comercio de Estados Unidos acordaron instalar mesas de trabajo para discutir la reciente imposición de aranceles a productos mexicanos, en un intento por evitar una escalada en las tensiones comerciales entre ambos países.
El encuentro, realizado en Washington, se centró en buscar alternativas para que las medidas no afecten gravemente la economía mexicana, aunque hasta ahora no hay señales claras de que el gobierno estadounidense esté dispuesto a dar marcha atrás en los arancelazos.
Ebrard calificó la reunión como “productiva” y aseguró que México defenderá sus intereses en cada mesa de trabajo. Sin embargo, sectores empresariales han expresado su escepticismo sobre si realmente habrá cambios o si solo se trata de un gesto diplomático sin efectos concretos.
La imposición de aranceles ha sido un tema recurrente en la relación bilateral, especialmente en sectores estratégicos como el acero, el aluminio y la agricultura. Mientras las negociaciones avanzan, la incertidumbre sigue pesando sobre exportadores y productores mexicanos.
El siguiente paso será definir la agenda de trabajo y las posibles concesiones de ambas partes. Pero, como en otras ocasiones, la pregunta sigue en el aire: ¿serán mesas de negociación reales o solo una excusa para ganar tiempo?