Adriana “N”, una joven de 27 años, se entregó voluntariamente a las autoridades de Tijuana, Baja California, tras la localización del cuerpo de su bebé abandonado en la colonia Libertad el pasado 19 de febrero. En su declaración, la mujer admitió haber mantenido el cadáver de la recién nacida en un congelador durante tres meses antes de deshacerse de él en la vía pública.
De acuerdo con su testimonio, el 16 de noviembre de 2024, dio a luz en su domicilio, pero durante el parto sufrió complicaciones, ya que la placenta se desprendió junto con la bebé. En un intento por cortar el cordón umbilical con un cuchillo, habría causado heridas a la recién nacida. La madre asegura que la menor ya no presentaba signos vitales, por lo que decidió conservar el cuerpo en el congelador de su casa hasta deshacerse de él.
Las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) han iniciado una investigación para esclarecer si la menor nació con vida y determinar la responsabilidad de la madre en los hechos. Mientras tanto, Adriana “N” permanece bajo resguardo y podría enfrentar cargos por omisión de cuidados, encubrimiento o incluso infanticidio, dependiendo de los resultados de la autopsia y las pruebas periciales.
El caso ha causado indignación y conmoción entre la comunidad, que exige justicia para la menor. Organizaciones defensoras de los derechos de la infancia han reiterado la necesidad de reforzar programas de apoyo a madres en situación vulnerable, así como de ampliar el acceso a servicios de salud materno-infantil para evitar tragedias como esta.
Fuente: Infobae