Rafael Caro Quintero, conocido como el “Narco de Narcos”, fue extraditado a Estados Unidos y trasladado a Nueva York bajo un impresionante operativo de seguridad. A su llegada, fue esposado y obligado a posar para fotografías oficiales antes de ser entregado a las autoridades estadounidenses.
El capo, fundador del extinto Cártel de Guadalajara, es señalado como uno de los responsables del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, crimen que marcó un antes y un después en la relación entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.
La extradición de Caro Quintero forma parte de un operativo en el que 29 narcotraficantes fueron entregados a la justicia estadounidense. Entre ellos también se encuentran los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, exlíderes de Los Zetas.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, y la DEA celebraron la llegada de Caro Quintero a suelo estadounidense, asegurando que será juzgado con todo el peso de la ley. Mientras tanto, el narcotraficante enfrenta varios cargos en tribunales de Nueva York y California, donde se le acusa de conspiración para el tráfico de drogas, secuestro y homicidio.
Este traslado refuerza la colaboración entre México y Estados Unidos en el combate al crimen organizado y podría representar un golpe significativo para los grupos criminales con los que Caro Quintero mantenía influencia.