El gobierno de Estados Unidos anunció la designación de 29 narcotraficantes mexicanos, recientemente extraditados, como terroristas, con el objetivo de aplicar sanciones más severas y ampliar su capacidad de persecución judicial contra el crimen organizado.
Entre los extraditados destacan:
- Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
- Miguel Ángel Treviño Morales (“Z-40”), exlíder de Los Zetas, enfrentando cargos por narcotráfico.
- Vicente Carrillo Fuentes (“El Viceroy”), líder del Cártel de Juárez, acusado de tráfico de drogas.
Los narcotraficantes fueron trasladados a diferentes ciudades de Estados Unidos para enfrentar cargos que incluyen narcotráfico, asesinato y lavado de dinero.
La administración estadounidense argumentó que esta medida forma parte de una estrategia más agresiva para combatir el tráfico de drogas y proteger la seguridad nacional. La designación de estos criminales como terroristas permite un enfoque más amplio en la lucha contra los cárteles y sus operaciones internacionales.