Chihuahua, Chih.- Si pensabas que los problemas vecinales solo eran por fiestas ruidosas, en la colonia Chihuahua 2000 el conflicto es otro: un vecino convirtió su casa en depósito de desperdicios para alimentar marranos, pero el aroma que deja no es precisamente a campo limpio.
Vecinos denuncian que el hedor es insoportable, al punto de que quienes tienen niños pequeños no pueden ni sacarlos a jugar sin aguantar la peste.
Además, los desechos atraen perros callejeros que terminan hurgando entre la basura. Los afectados piden a las autoridades una solución urgente antes de que la colonia se convierta en un criadero de moscas.
