Las autoridades y colectivos de búsqueda han identificado recientemente campos de exterminio en diversas regiones del país, utilizados por grupos criminales para desaparecer a sus víctimas. Estos hallazgos refuerzan la crisis de violencia y desapariciones que enfrenta México.
En Jalisco, se descubrió un sitio en Teuchitlán, presuntamente operado por un grupo criminal, donde se encontraron restos humanos, hornos crematorios y objetos personales de las víctimas.
En Tamaulipas, el colectivo Amor por los Desaparecidos localizó un área en Reynosa con restos óseos calcinados, equipo táctico y casquillos percutidos, lo que sugiere su uso como un centro de exterminio.
En Coahuila, se ha documentado la existencia de un campo en Patrocinio, donde se han recuperado más de 3,000 restos óseos, evidenciando la violencia entre grupos criminales que han operado en la zona.
En Veracruz, el predio La Gallera, ubicado en Tihuatlán, fue identificado como un sitio de exterminio utilizado por criminales, donde se han encontrado numerosos restos humanos, lo que ha generado indignación entre familiares de desaparecidos.
En Baja California, casos como el de Santiago Meza Flores, alias “El Pozolero”, revelaron que en Tijuana se utilizaron predios para disolver en ácido los cuerpos de más de 300 personas, en una de las prácticas más atroces documentadas en la región.
Estos hallazgos reflejan la magnitud de la crisis de desapariciones en México, mientras las autoridades y colectivos continúan la búsqueda de más indicios que permitan esclarecer la magnitud de estos crímenes y dar respuestas a las familias de las víctimas.
Con información de Infobae.
