Habitantes de Teuchitlán, Jalisco, han compartido testimonios sobre las actividades inusuales que se llevaban a cabo en el Rancho Izaguirre, ubicado en la localidad de La Estanzuela. Durante meses, los vecinos notaron el constante tránsito de camionetas de lujo que ingresaban y salían del rancho, muchas veces en horarios nocturnos. Aunque les parecía sospechoso, la mayoría prefirió no cuestionarlo por temor e incertidumbre.
Algunos atribuyeron el movimiento al centro de rehabilitación ubicado a seis kilómetros del rancho, creyendo que las visitas provenían de personas adineradas relacionadas con dicho centro. Sin embargo, tras los recientes hallazgos en el Rancho Izaguirre, estos recuerdos han adquirido un significado más preocupante.
Las investigaciones han revelado que este sitio operaba como un centro de exterminio y entrenamiento, presuntamente vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). En el lugar se localizaron tres hornos crematorios subterráneos, restos óseos, prendas de vestir, objetos personales, casquillos de armas y estructuras utilizadas para adiestramiento armado.
Ante estos hallazgos, la Fiscalía General de la República (FGR) ha asumido la investigación del caso, mientras colectivos de búsqueda y familiares de desaparecidos exigen respuestas y acciones concretas para esclarecer los hechos. La comunidad de Teuchitlán permanece en estado de conmoción, mientras las autoridades continúan las diligencias para determinar la magnitud de los crímenes cometidos en el sitio.
Con información de Telediario.